Los coches de ‘A Todo Gas’ son, en gran parte de las ocasiones, modelos de primer nivel o preparaciones extremas que hacen que un automóvil convencional una pieza bastante más interesante. Es por eso que, viendo todas las películas de la saga, duele observar cómo en cantidades ingentes son destruidos sin piedad. De hecho la lista de bajas es larga: éste es el número de coches que han sido destruidos en las películas de ‘A todo gas’.

Los coches que fueron rechazados en A todo gas

Según los datos recopilados por Screen Rants, en las siete primeras películas el número de coches destrozados es el siguiente:

  • The Fast and the Furious: 78
  • 2 Fast 2 Furious:  130
  • The Fast & the Furious: Tokyo Drift: 249
  • Fast & Furious: 190
  • Fast Five: 260
  • Fast & Furious 6: 350
  • Furious 7: 230

La suma llega casi a los 1.500 ejemplares, y hay que tener en cuenta que todavía faltan los datos de la octava entrega, a los que además se podría sumar los que fueran defenestrados en el spin-off de Hobbs & Shaw. Es posible que en total la cifra se acerque a los 2.000 automóviles.

El gasto de dinero en este aspecto ha debido ser enorme, pero también hay que tener en cuenta que, como comenta Craig Lieberman, director técnico de las dos primeras películas de la saga, no todos los modelos que se ven en la pantalla son realmente lo que parecen. Así, aunque ejemplares como el Dodge Charger de Dom en la primera entrega, que acaba destrozado, si era original; lo habitual es que se “vista” a modelos más mundanos con el traje de las versiones más exclusivas para evitar destrozar coches que tengan un alto valor. Un ejemplo claro es que de los Nissan GT-R que aparecen, muchos eran GTT e incluso uno era un 911 Carrera 996 con más de 100.000 millas (160.000 km) a sus espaldas.

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