Renault Mégane R.S.
Pero claro, el (prueba) Renault Mégane R.S. merece un capítulo aparte. Un compacto de lo más picantón que utiliza las cuatro ruedas directrices más que para un importante aporte en maniobrabilidad, que también, para hacerlo más efectivo cuando quieres divertirte con él sobre un tramo revirado y lleno de curvas.
Bien es cierto que su centro de gravedad es más bien bajito, pero el hecho de disponer de las cuatro ruedas directrices hace que se pegue al asfalto como una lapa. Va sobre raíles. De hecho, me atrevería a decir que es uno de los 'hot-hatch' más efectivos que se han fabricado en este siglo. Y no tiene tanto 'hype' como otros.