Hace unos días, te informábamos de una espectacular subasta de una colección de Citroën clásicos abandonados que tendrá lugar el próximo 28 de septiembre en la localidad francesa de Fleury-sur-Andelle. Se trata de una colección particular, de un hombre que durante décadas compró un centenar de modelos del doble chevrón. Pero una vez Citroën subastó pate de su colección de coches oficial porque necesitaba dinero.
Ocurrió en 2017. En aquel momento, Citroën estaba preparando el centenario de su fundación, que llegaría dos años más tarde, y necesitaba dinero para financiar la adquisición de nuevas piezas para el nuevo museo permanente que el fabricante francés quería abrir, precisamente, de cara a su centenario, L'Aventure Peugeot Citroën DS, ubicado en Sochaux (Francia).
Cuando Citroën subastó parte de su colección de coches para financiar un nuevo museo
Citroën seleccionó 65 modelos de los más de 700 que poseía la marca en su Conservatorio Citroën en Aulnay-sous Bois, al norte de París. Eran vehículos que no tenían un papel fundamental en la colección, no porque no tuvieran valor histórico, sino porque poseían dos unidades o más de cada uno y consideraron que era mejor deshacerse de ellos para comprar otros más significativos.
Los coches pertenecían a diferentes épocas, desde un Citroën Type C 5 HP de 1924 hasta el más reciente Citroën C4 Cactus de 2014, pasando por varios prototipos Sbarro, varios GS, CZ o AX. Un auténtico recorrido a la historia de la marca francesa. La subasta se celebró el 10 de diciembre de 2017, a través de Damien Leclère, la famosa casa de subastas Leclère, en Marsella.
Lamentablemente, el Conservatorio Citroën, el museo y centro de documentación encargado de conservar la identidad de la firma de los chevrones, con cientos de joyas con ruedas, cerró el pasado 30 de junio y, de momento, no es seguro que vuelva a abrir.