Citroën continúa la puesta al día de los monovolúmenes de su gama. Tras estrenar el renovado Berlingo, ahora le toca el turno a un Citroën SpaceTourer que sigue unas líneas generales muy similares, actualizando su estética con el nuevo lenguaje de diseño de la marca y pasando a ofrecer únicamente un motor eléctrico en los mercados europeos.
Como es habitual es el frontal quien se lleva una mayor atención. Cuenta ahora con el nuevo logo ovalado enmarcando el doble chevrón, de corte retro, que se integra en una parrilla cerrada en cuyos extremos figuran los nuevos pilotos, con una firma luminosa formada por una barra vertical que conecta dos barras horizontales.
Se suman más diseños de llantas de aleación de 17 pulgadas y la paleta de colores exteriores se amplía a cinco: Gris Titane, Verde Kapari, Blanco Kaolin, Gris Acero y Negro Perla Nera.
Está disponible en dos longitudes de carrocería, M (4,98 m) y L (5,33 m), y puede elegirse entre configuraciones interiores de 5, 7 u 8 plazas, en el caso de los particulares y de hasta 9 en el caso de los profesionales.
El habitáculo también se renueva. Ahora dispone de una pantalla central de 10 pulgadas y alta definición, que se combina con un cuadro de instrumentos 100% digital del mismo tamaño. El volante es nuevo, tiene controles integrados y puede ser calefactable; cuenta con 4 tomas USB C y dos de 12V, y opcionalmente puede incorporar un cargador inalámbrico para smartphones.
Como ha ocurrido con el renovado Berlingo, en Europa, el nuevo Citroën SpaceTourer solo va a estar disponible con motor eléctrico, en variante ë-SpaceTourer con un único motor pero con dos baterías a elegir.
Emplea un propulsor de 100 kW (136 CV) que puede combinarse con dos tipos de baterías de iones de litio. La de acceso tiene una capacidad de 50 kWh y anticipa una autonomía de 224 km, aunque está pendiente de homologación. Por encima está una de 75 kWh con la que el alcance prometido es de 350 km, 20 km más que la generación previa.
De serie equipa un cargador de 7,4 kW, pero opcionalmente puede incorporar un trifásico de 11 kW. Con el primero la batería de 50 kWh se recarga al completo en 6 horas y 40 minutos, mientras que la 75 kWh necesita 11 horas y 20 minutos. Con el segundo los tiempos se reducen a 4 horas y 50 minutos, y 7 horas y 30 minutos, respectivamente. Además, en un cargador rápido de 100 kW pasan del 0 al 80% en 38 y 45 minutos.