El Ayuntamiento de Madrid denunció a un total de 2.702.125 conductores por un montante que asciende a 337.048.410 euros, según recoge el último informe de la organización Automovilistas Europeos Asociados (AEA). Teniendo en cuenta el censo de 1.642.530 conductores, esto significa que cinco conductores fueron multados cada minuto en Madrid en 2022.
Los datos arrojados por AEA suponen un incremento del 34% de multas con respecto de las contabilizadas en 2021, aumentando la facturación en un 71%. La mayoría de las sanciones no tienen que ver con la seguridad vial (velocidad, semáforos, alcohol y drogas, uso del teléfono, casco o cinturón), sino con la movilidad: el 45,2% de las denuncias formuladas se refieren a estacionamientos y el 29,9% por acceder sin autorización a las Zonas de Bajas Emisiones de Distrito Centro, Plaza Elíptica, interior de la M-30 y la propia M-30.
Cinco conductores fueron multados cada minuto en Madrid en 2022
Sin embargo, según señala el informe de AEA, las infracciones que afectan directamente a la seguridad vial son las que más han aumentado: rebasar semáforo en rojo (65%), no utilizar el casco (67%) y consumo de alcohol o drogas (25%). En cuanto a las denuncias por exceso de velocidad, los radares municipales formularon aproximadamente el mismo número de denuncias que el año anterior (485.255 frente a 484.100), siendo el radar de tramo de la A-5 (Batán) el más activo, con 72.652 denuncias.
Por su parte, los radares de la M-30 registran cerca del 60% de las infracciones de velocidad. Esta vía sigue siendo la que contabiliza el mayor número de infracciones por velocidad, con 285.195 denuncias, siendo el radar situado en su kilómetro 4,150 el que ostenta el récord de denuncias (49.202).
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Destaca el radar situado en la farola 5 de la Avenida Puerta de Hierro, que ha incrementado en un 1086% el número de denuncias formuladas al pasar de 1.965 de media en 2021 a 21.358 en 2022.
Aumentan las infracciones graves y muy graves
Mientras las infracciones tipificadas como leves disminuyeron un 0,4%, las graves se duplicaron. Esto es debido, fundamentalmente, al cambio operado en la Ley de Seguridad Vial, que a partir de marzo 2022 consideró como graves las infracciones por acceder a las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) y que implica una multa de 200 euros, así como al importante incremento de las denuncias por rebasar un semáforo en rojo (65%).
También se ha producido un aumento de las infracciones muy graves (20%), siendo el alcohol y las drogas la infracción prevalente en este grado máximo.
AEA también subraya que han aumentado los conductores madrileños que pierden puntos, pasando de 113.383 denuncias con detracción de puntos en 2021, a 172.210 en 2022. Según la organización, este aumento se explica por el aumento de las denuncias impuestas por el sistema automatizado foto-rojo (128.692 denuncias frente a 77.594 de 2021).
Una media de 125 euros
Además, los agentes de movilidad fueron los más activos a la hora de formular denuncias (39,3%), frente al 37% que firman los controladores del SER, o el 23% que corresponden a denuncias de la policía municipal. Respecto de las denuncias formuladas el año anterior, llama la atención el importante incremento de la actividad sancionadora llevada a cabo por los agentes de movilidad, pasando de 431.246 en 2021 han pasado a 1.061.479 en 2022.
Respecto a la cuantía de las multas, el informe de AEA revela que, a lo largo de 2022, el Ayuntamiento de Madrid aumentó su importe medio en 27 euros, pasando de 98 a 125 euros, lo que explica el significativo incremento de la facturación en un 70%.
Cinco conductores multados cada minuto, un volumen desproporcionado
Con estos datos, AEA considera que, tanto el volumen de las denuncias en Madrid, con cinco conductores multados cada minuto, como el importe es desproporcionado, lo que invita a sospechar algo que piensan buena parte de los conductores, que las multas de tráfico no cumplen una finalidad disuasoria y correctora de las conductas infractoras, sino que tienen un afán recaudatorio.
Como señala el presidente de AEA, Mario Arnaldo, “el Ayuntamiento de Madrid ha convertido las multas de tráfico en un impuesto más y ha creado, bajo la bandera de la movilidad y la seguridad vial, una maquinaria sancionadora para nivelar los presupuestos municipales”.
