A lo largo de la historia, son muchas las marcas que han comprado coches de la competencia para fabricar los propios. Ya se sabe que, si quieres ser el mejor, tienes que saber lo que hacen sus rivales y que mejor manera que probarlos a fondo para estudiarlos. Por ejemplo, Chrysler compró un Ford Mustang Boss 302 en 1969 para hacer el Dodge Challenger T/A y el Plymouth AAR Cuda y, para el desarrollo de su Corvette ZR1, Chevrolet compró un Ferrari SF90 y un Porsche 911 GT2 RS.
Recientemente hemos conocido el último Chevrolet Corvette ZR1 2025, el Corvette más potente de la historia, con un V8 de 5.5 litros que alcanza los 1.078 CV, gracias a dos turbocompresores. Pero el trabajo previo ha sido arduo en la compañía estadounidense.
Chevrolet compró un Ferrari SF90 y un Porsche 911 GT2 RS para desarrollar el Corvette ZR1
Para ello, se fijaron en dos modelos emblemáticos en el mundo de los deportivos, el Porsche 911 GT2 RS, con el que comparte la turboalimentación y el enfoque radical, y el Ferrari SF90, con un V8 que roza los 1.000 CV, aunque lo hace con la ayuda de tres motores eléctrico. Según publican los compañeros de Car and Driver, personas ajenas a la marca cazaron a ambos modelos durante el desarrollo del ZR1, incluso durante los test del Corvette Z06.
Sin embargo, Chevrolet ha querido ir más allá y ha superado los 1.000 CV sin ayuda de la electrificación. Mientras que el V8 del SF90 Stradale produce 780 CV, el nuevo ZR1 alcanza los 1.078 CV y 1.122 Nm de par. De esta forma, la marca norteamericana ofrece lo mejor que tiene, como ocurre con los 911 GT2 RS y SF90 en sus respectivos fabricantes.
Lo que todavía falta por conocer es el precio del ZR1 2025. Teniendo en cuenta que la anterior generación C7 partía de los 120.000 dólares y el Z06 está en los 114.395 dólares, el nuevo ZR1 podría acercarse a los 150.000 dólares, unos 138.200 euros al cambio actual. En cualquier caso, será más barato que los modelos de Ferrari y Porsche y el coche con mejor relación precio-potencia del mundo.