No es habitual escuchar a los jefes de las marcas hablar sobre otras, aunque se sabe que en sus garajes hay coches de distintos fabricantes. Horacio Pagani en alguna ocasión ha dicho que tiene varios Porsche, por ejemplo. Tampoco es la primera vez que alguien elogia a otra marca. Enzo Ferrari lo hizo con el Jaguar E-Type. Ahora, el CEO de Ford lleva un tiempo conduciendo un Xiaomi y le gusta mucho.
Jim Farley, máximo dirigente de la compañía del óvalo habló con Robert Llewellyn, presentador del podcast Fully Charged. En él, admitió que lleva seis meses usando el coche eléctrico chino, el Xiaomi SU7, y le gusta tanto que teme el día en que tenga que devolver las llaves: “No me gusta hablar tanto de la competencia, pero conduzco el Xiaomi”, confesó Farley.
Al CEO de Ford le encanta el Xiaomi SU7
Farley explicó cómo ha conseguido una unidad del SU7, que no se vende todavía fuera de China. Han llevado uno directamente desde el país asiático para evaluarlo: “Hemos traído uno desde Shanghái a Chicago y lo he estado conduciendo durante seis meses, y no quiero renunciar a él. Es fantástico, se venden entre 10.000 y 20.000 ejemplares al mes. Se agotan en seis meses”.
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Menos fantástico para los ejecutivos de Xiaomi es que la compañía pierde 9.200 dólares por cada coche que vende. El CEO de Ford no detalló qué versión del SU7 condujo, pero el modelo de acceso, con tracción trasera, tiene 200 CV y una batería de 73,6 kWh que le proporciona una autonomía de unos 700 kilómetros. La especificación Pro tiene una batería más grande que aumenta el rango de alcance hasta los 830 kilómetros.
El Xiaomi SU7 Max equipa dos motores y tracción total, con una potencia máxima de 673 CV y una autonomía de unos 800 kilómetros. Es el más prestacional, capaz de acelerar de 0a 100 km/h en 2,8 segundos.
El SU7 no es el primer coche chino que ha impresionado a Jim Farley. Según un artículo del Wall Street Journal, Farley y el director financiero John Lawler quedaron atónitos cuando probaron un Changan EV a principios de 2003: "Estos chicos están por delante de nosotros", reconoció Lawler a Farley, quien describió la industria automotriz china como una "amenaza existencial" para Ford.
