Si bien la tecnología está diseñada para hacer más fácil nuestro día a día, hay ocasiones en las que todo se complica cuando la usamos. Ocurre también al volante de vehículos a motor, especialmente ahora que los coches son más avanzados que nunca. A modo de recopilatorio, en este artículo vamos a mostrarte 6 casos reales de conductores que acabaron atrapados en una situación comprometida por culpa de seguir las indicaciones del GPS.
Son sucesos que han ocurrido en los últimos años y que han provocado que más de un conductor se vea encajado entre dos paredes, atrapado en una ruta en la que ni siquiera debería haber entrado e incluso ha llegado a caer al mar. Sí, y tan solo por el mero hecho de seguir a pie de la letra todas las indicaciones que el navegador GPS le ha transmitido en un intento de alcanzar su destino.
Forman una cadena humana para sacar un Skoda Karoq que se había precipitado al mar
Atrapado en un sendero
Ocurrió en febrero de este año e involucró a un Alpina B3 Touring de casi 500 CV y a un turista de 77 años que, siguiendo las indicaciones del GPS, acabó atrapado en un sendero ubicado junto al lago Wolfgang, en el estado austríaco de Salzburgo. La situación requirió de la asistencia de los equipos de emergencia para lograr sacar el vehículo de este sendero en el que no está permitida la circulación de coches. Por suerte, ningún transeúnte resultó herido.
Dos muros de un camino rural en Ourense
Poco después del caso anterior, en abril de este año, un matrimonio de Asturias quedó atrapado con su coche entre dos muros de un camino rural mientras visitaban Ourense. La pareja quedó encerrada en el interior del vehículo durante casi una hora, ya que uno de los ocupantes presentaba una minusvalía física que le impedía abandonarlo por la puerta del maletero. Con la ayuda de los vecinos y una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico, los turistas asturianos lograron sacar su Citroën C3 del atolladero.
Directos al mar en Hawái
También este año, pero en el mes de mayo, un monovolumen cayó al mar en Hawái por culpa de las indicaciones del GPS. Unos turistas que estaban visitando la isla terminaron en el agua con un Dodge Grand Caravan después de que el navegador GPS les condujera por una ruta que terminaba en el mar. Por suerte, los ocupantes pudieron salir del vehículo a pesar de que no de ellos sufría del corazón.
Atascados en un estrecho corredor
Dos turistas americanas que estaban visitando Gales, concretamente en Tenby, Pembrokeshire, acabaron atascadas en un estrecho corredor con un Nissan Juke mientras trataban de llegar a su destino, la Isla de Santa Catalina, siguiendo las indicaciones del GPS. Cuando comprobaron que no podían avanzar ni tampoco deshacer el camino andado, abandonaron el vehículo por las ventanillas y tomaron un tren de vuelta al hotel, dejando el coche en el corredor. Se necesitaron más de cuatro horas para lograr sacar el vehículo del lugar en el que había quedado atascado.
Un SUV alquilado y una secuoya de 2.500 años
Este suceso tuvo lugar en julio de este año y, aunque no fue causado por seguir las indicaciones del GPS, es un ejemplo más de que una decisión incorrecta puede llevarte a una situación comprometida. Y es que unos turistas que conducían un Nissan Armada alquilado quedaron atrapados en medio del tronco de una secuoya de 2.500 años de antigüedad conocida como ‘The Shrine’. Finalmente, el coche pudo salir del atolladero, pero causó daños en este árbol milenario de propiedad privada.
Encajados en un callejón estrecho
Los hechos tuvieron lugar el pasado mes de abril, cuando unos turistas que habían alquilado un Nissan Micra para visitar la ciudad de Mesaria, en Santorini (Grecia), quedó encajado en un callejón estrecho. La pareja de turistas, que sorprendentemente no estaba siguiendo las indicaciones del GPS, decidió que era una buena idea adentrarse en este callejón, lo que desembocó en un coche encajado entre dos paredes. Los ocupantes tuvieron que salir del interior del vehículo a través de la puerta del maletero.