Desde el momento en que nos dan la licencia que nos permite conducir, una vez aprobados los correspondientes exámenes, la gran mayoría de los conductores empezamos a adoptar ciertos hábitos al volante que, con el tiempo, hacemos de manera inconsciente, olvidando lo que nos enseñaron en la autoescuela. Pero algunos de esos comportamientos pueden conllevar averías en nuestro coche. A continuación, te mostramos cinco vicios habituales con el embrague que pueden romperlo.
No es habitual que se ropa el embrague, pero puede llegar a ocurrir si no lo cuidamos bien. Se trata de una pieza clave en la transmisión de la fuerza del motor a las ruedas para que éstas se muevan. Es, por tanto, un componente que sufre mucho por la fricción y el estrés durante la conducción. Pero ese desgaste se puede acelerar por culpa de nuestros vicios.
5 vicios habituales con el embrague que pueden romperlo: apoyar el pie en el pedal del embrague

Este es uno de los vicios más habituales. Muchos conductores llevan el pie izquierdo apoyado en el pedal del embrague, a pesar de que todos los coches tienen un reposapiés justo al lado para tal fin. Esto puede ser perjudicial, porque, simplemente con rozar el pedal, el sistema de embrague ya trabaja, provocando fricciones innecesarias. A la larga, puede destrozar el embrague.