La relación de Toyota con el mundo de los rallyes no es actual. En realidad, se remonta varias décadas atrás en el tiempo, incluyendo el siempre icónico Grupo B del Campeonato del Mundo de Rallyes, donde la compañía japonesa participaría con el Celica Twincam Turbo. Y este año se conmemora el 40 aniversario de la primera victoria del Toyota Celica Twincam Turbo, que tuvo lugar en el Rallye Costa de Marfil de 1983.
El Campeonato del Mundo de Rallyes vio nacer uno de los mejores coches de carreras de Toyota hace ahora 40 años, con Björn Waldegård y Hans Thorszelius como piloto y copiloto, respectivamente. Además, esta victoria abrió la puerta a que el Celica Twincam Turbo ganara sus siguientes cinco rallyes africanos, incluidas tres victorias consecutivas en el Rallye Safari en Kenia.
Considerado uno de los rallyes más exigentes de la época, el Rallye Costa de Marfil tenía la fama de acabar con las aspiraciones de equipos y pilotos inscritos en la prueba. De hecho, en 1972 ninguno de los 40 coches que comenzaron el rallye cruzó la línea de meta, una hazaña única en la historia del WRC. Y el promedio no era mucho mejor, porque de cada 50 participantes, llegaban al final de la prueba menos de 10.
Se cumple el 40 aniversario de la primera victoria del Toyota Celica Twincam Turbo
La edición de 1983 del Rallye Costa de Marfil contó con 50 participantes inscritos para enfrentarse a una ardua ruta de 4.500 kilómetros con principio y final en Abiyán. El rallye daba comienzo el 25 de octubre de ese año y se extendería durante cinco largas jornadas a través del centro y sur del país, con paradas en el puerto de San Pedro y Yamasukro, ciudad que en 1983 pasaba a ser la capital de Costa de Marfil en lugar de Abiyán.
El desafío más exigente del rallye tuvo lugar en el Parque Nacional Tai, con una superficie de 3.300 km2 cubiertos por una basta jungla que obligaba a los participantes a abrirse camino sierra en mano. A esto había que sumar las polvorientas carreteras de Costa de Marfil, que se convertían en lodazales cuando llegaban las lluvias tropicales. Esto tenía como resultado multitud de participantes varados que pasaban la noche en el interior de su coche.
Toyota usó los denominados ‘coches de barro’: vehículos de servicio que esperaban en los puntos problemáticos conocidos, listos para sacar los coches de rallye del barro.
En medio de este panorama, el Toyota Celica Twincam Turbo se ganó el respeto del mundo de los rallyes logrando tres victorias en el Rallye Costa de Marfil, en 1983, 1985 y 1986. A esto hay que sumar el domino del Rallye Safari en Kenia, donde logró la victoria entre 1984 y 1986.
Un motor que perduraría en el tiempo
Equipado con un motor Toyota 4T-GTE de cuatro cilindros en línea y 2.090 cc, el Celica Twincam Turbo de apenas 1.100 kilos de peso generaba 370 CV de potencia a 8.000 rpm y un par motor máximo de 490 Nm desde las 5.500 rpm, gracias a la inyección mecánica y a un turbocompresor KKK. Toda la potencia se enviaba a las ruedas trasera a través de un cambio manual de cinco velocidades
La temporada 1986 sería la última en la que el Grupo B competiría. Sin embargo, el motor Twincam Turbo perduró en la siguiente generación de coches de rallye y llevó a Toyota a conquistar el Campeonato del Mundo con el Celica GT-Four.
Actualmente, una unidad del Toyota Celica Twincam Turbo forma parte de la colección de coches de rallye del Museo TGR-E Motorsport de Colonia, en Alemania.