Quizás el último coche que esperarías encontrar en un evento de carreras de aceleración es un sencillo Volkswagen Golf Mk2. El clásico alemán sería, sin duda, uno de los que más tiempo emplearía en completar el ¼ de milla, haciéndolo muy poco competitivo. A no ser que su dueño lo haya modificado hasta el extremo logrando una potencia de 900 CV.
Kim Paetz es el propietario del Volkswagen Golf de segunda generación que protagoniza este artículo. El coche, a excepción de las llantas, pasaría desapercibido para cualquiera. Sin embargo, bajo el capó se ha instalado un motor VR6 de 2.9 litros de un Volkswagen posterior, una mecánica altamente modificada para que pueda soportar la presión de un turbocompresor BorgWarner EFR 9180.
Los problemas de tracción impidieron que bajara a los 9 segundos
El propulsor ahora genera 900 CV de potencia y 1.000 Nm de par motor. Toda esta energía es gestionada por una caja de cambios secuencial de cinco velocidades que la canaliza a un moderno sistema de tracción integral 4Motion. El coche, además, tiene una jaula de seguridad en el interior y parece seguir siendo casi tan ligero como el vehículo original.
Recientemente, Paetz llevó su Golf Mk2 a un evento de carreras de aceleración celebrado el mes pasado en Lausitzring, a las afueras de Berlín. En el vídeo que ilustra este artículo podemos ver el coche realizando algunas carreras con algunos problemas técnicos que impiden completar un buen tiempo.
La historia del prototipo secreto del Volkswagen Golf VI con motor VR6
Al final, parece que su propietario, que también es la persona detrás de todas las modificaciones realizadas, logra solventar estos problemas y realiza una buena carrera, parando el crono en 10,07 segundos. Sin embargo, de no ser por los problemas de tracción iniciales, es muy probable que hubiera logrado bajar a los 9 segundos, unos registros propios de vehículos deportivos de alto rendimiento. No te pierdas el vídeo (en inglés).
