Se tiende a pensar que un piloto del más alto nivel es capaz de hacer que vaya rápido cualquier vehículo a motor. Sin embargo, las diferencias existentes entre disciplinas hacen que esto sea más complicado de lo que pudiera parecer en principio. Valga como ejemplo poner a dos pilotos de Fórmula 1 a los mandos de sendos Monster Trucks.

Como no podía ser de otra manera, la idea ha sido de Red Bull, que ha puesto a dos de los pilotos que tiene en cartera a competir en una carrera en la mina de Erzberg: Max Verstappen y Yuki Tsunoda.

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La sorpresa de ambos fue importar, puesto que huelga decir que sus monturas poco o nada tienen que ver con los monoplazas a los que están acostumbrados. Los Monster Trucks son bestias de tres metros de altura y cinco metros de longitud, que descansan sobre unos enormes neumáticos que pesan unos 700 kilos cada uno y se mueven por mecánicas de 500 CV de potencia.

Verstappen Tsunoda

Su conducción es diametralmente opuesta a la de un F1, pues de circuitos de asfalto en los que los coches van pegados al suelo, se pasa a un trazado irregular en el que los camiones van básicamente dando saltos por los baches.

Ambos pilotos tuvieron que enfrentar primero una vuelta de clasificación, en la que Verstappen fue tres segundos más rápido, haciéndose con la pole para la carrera. Sin embargo, en ésta el campeón de Fórmula 1 tuvo problemas con el acelerador y el japonés pudo hacerse con la victoria.

Tsunoda comentaba: “La sólida ronda de clasificación de Max fue una llamada de atención para mí para profundizar. Tuve un buen comienzo y usé mi impulso para llegar al final. Desafortunadamente, [su coche] falló un poco… bueno, en realidad puse un poco de agua en su motor, ¡pero no se lo digas a nadie! bromeó Yuki”.

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