Gracias a su victoria en las 6 Horas de Spa-Francorchamps, Toyota se ha hecho con su segundo título de constructores del WEC (World Endurance Championship). El primer puesto del TSO50 HYBRID nº 8 de Fernando Alonso, Sébastien Buemi y Kazuki Nakajima y la sexta posición del TSO50 HYBRID nº 7 de Mike Conway, Kamui Kobayashi y José María ‘Pechito’ López, ha otorgado al fabricante japonés los puntos necesarios para hacerse con el mundial por segunda vez desde que volviera a la competición en 2012.
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La prueba fue realmente complicada debido a unas condiciones climatológicas cambiantes que vieron amanecer el circuito nevado, comenzando la carrera en seco pero sin tardar más de cinco minutos en ponerse a llover, llegando incluso a volver a nevar poco después de la primera media hora.
Los cambios de neumáticos hicieron que ambos Toyota perdieran su primera y segunda plaza, pero recuperándola más tarde el nº7 y ampliando el hueco respecto al nº8. Sin embargo, el buen hacer de Fernando Alonso permitió reducir la diferencia entre ambos a solo 45 segundos, pero fue la rotura de un sensor del ‘7’, que le hizo estar 11 minutos en boxes, lo que cambio la carrera.
A pesar de la climatología adversa (incluso granizó) que hizo que se pusiera fin a la carrera de forma prematura, el Toyota numero 8 consiguió hacerse con la victoria y el 7 recortó tiempo para terminar sexto a 4 vueltas del ganador.
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Ahora las miradas están puestas en junio, cuando se celebrarán las 24 Horas de Le Mans, donde están en juego 39 puntos. A priori el equipo formado por Alonso, Buemi y Nakajima, con 160 puntos, tiene las de ganar, ya que el segundo clasificado es el de Conway, Kobayashi y ‘Pechito’ López, con 129. Para que se les escape el título deberían quedar más allá de la séptima posición y sus compañeros ganan la carrera.