Un conductor canadiense revela la elevada factura de reparación de los frenos del Tesla Model S, por la que tuvo que desembolsar la friolera de unos 4.000 euros. La garantía no cubrió nada porque ya había expirado, pero lo que parecía ser un desgaste normal del sistema de las pastillas de freno, acabó suponiendo el reemplazo de casi todo el sistema.