Pocos coches hay más míticos en la historia de Ford que el Ford Escort RS Cosworth, un “homologation special” de inconfundible imagen y que a día de hoy está muy cotizado. Pues bien, ha salido a subasta un ejemplar muy especial: el último fabricado, que salió de la línea de producción de Rheine, Alemania, en enero de 1996.
De hecho, cuando terminó la fabricación de manera oficial, la marca todavía contaba con piezas para construir otras dos unidades, siendo la segunda de ellas esta. Durante los primeros años no se sabe quién fue su dueño, pero en 1998 fue adquirido por Dieter Hahne, quien por aquel entonces era manager del departamento SVE (Special Vehicle Engineering) de Ford.
Desde entonces lo ha tenido durante 24 años y el cuidado y el mimo con el que lo ha tratado salta a la vista.
El exterior está impecable, luciendo un color Auralis Blue que está inmaculado, las características llantas de cinco radios y el inconfundible y voluminoso alerón doble. El interior es completamente negro y aunque se aprecian algunas marcas por uso en el cuero negro de los asientos, el estado de conservación general es realmente bueno.
Entre el equipamiento del que dispone destaca el aire acondicionado, el lector de CD, el techo solar y los elevalunas eléctricos.
El apartado mecánico es completamente de serie, montando bajo el capó un motor 2.0 turbo tetracilíndrico que desarrolla 224 CV, una caja de cambios manual de cinco velocidades y un sistema de tracción integral con diferencial de deslizamiento limitado. Registra 97.882 kilómetros.
La subasta del último Ford Escort RS Cosworth jamás fabricado está teniendo lugar en Collecting Cars. En el momento de escribir estas líneas todavía quedan cuatro días para pujar, ya se han hecho 14 pujas y la más alta es de 44.250 euros.