¿Qué puede haber mejor para un entusiasta de BMW que encontrar varias unidades clásicas casi sin usar? No hay muchas oportunidades como la que ofrece RM Sotheby’s el próximo 18 de octubre en el Motorworld de Múnich para celebrar su cuarta subasta anual consecutiva. Denominada ‘The Best of M Collection’, pone a subasta una colección de 22 modelos BMW M de diferentes épocas y algunos de ellos están casi sin estrenar.
La colección abarca modelos de casi los 53 años de existencia de la división M, empezando por un BMW 2002 Turbo de 1975 con unas llantas Alpina y un cambio de cinco velocidades dogleg. También hay un BMW M1 (prueba) de 1980 con la icónica librea M que, según la casa de subastas, estima que podría alcanzar los 600.000 euros.
Una colección de 22 BMW M a subasta

La colección incluye varios iconos de los años 90, como un par de M3 E30. Uno es el Sport EVO con el motor de 2.5 litros y otro cabrio. También hay un Z1, uno de los coches más raros de BMW, y dos M3 E36 de 1995 con motor de 3.0 litros y seis cilindros, uno cabrio terminado en Dakar Yellow y otro Coupe en un precioso British Racing Green GT, construido con fines de homologación, cuya estimación oscila entre los 100.000 y 140.000 euros.
Dejamos la década de los 90 y entramos en el nuevo milenio. De esta época, la Best of M Collection ofrece varios modelos que casi empiezan a considerarse clásicos, como un M3 CSL, un Z3 Coupe y un 1M E82, así como un Z8 Alpina Roadster de 2003 y un M3 E90 CRT acabado en carbono. Este último es uno de los coches más raros que ha construido la marca bávara, sólo 67 unidades, y esta en concreto apenas tiene 168 kilómetros. También hay un M3 GTS de la misma generación, en un llamativo color naranja.

La colección de 22 BMW M a subasta ofrece algunos ejemplares más recientes, como un M3 GTS de 2016 o un M4 CSL, un coche que será clásico en el futuro. Si bien este lote de modelos es muy interesante, resulta extraño no encontrar un M5 de ninguna generación.
Otros coches en la subasta

Además de la colección de BMW M, la subasta ofrece otras joyas, como un Ferrari F50 de 1996, cuya estimación ronda los 4-4,5 millones de euros. Se trata de una unidad en Rosso Corsa que conservó su primer propietario en italiana durante 20 años. En 2018, recibió el certificado Ferrari Classiche 'Red Book' e incluye los documentos originales y pegatinas de fábrica aún adheridas a las aletas delanteras y traseras.
También hay un Ferrari 275 GTB Scaglietti de 1965 valorado en 2,2-2,5 millones de euros, uno de los 250 ejemplares que se fabricaron con ‘nariz corta’. Se restauró en 2012 a cargo de Carrozzeria Auto Sport en 2012 y recibió el certificado de Maranello en 2013. No faltan modelos más recientes, como un Ferrari SA Aperta de 2011 en Nero Stellato sobre Beige con un raro techo rígido de fibra de carbono instalado de fábrica, o un Ferrari 812 Competizione de 2023 en Grigio Competizione sobre Nero Alcantara con sólo 80 kilómetros.









