Presentada hace dos años con el prototipo Zagato Roadster 2012, la pintura Pure Metal Silver de BMW Individual nació como la más exclusiva y cara que oferta la marca, entre otros 230 colores disponibles. Pero es realmente con la llegada de la última generación del todopoderoso BMW M5 cuando se hace de notar en el mercado.
Durante el proceso de pintado del vehículo, BMW revisa hasta en cuatro ocasiones que las capas de pintura se encuentren en perfectas condiciones. Incluso el efecto de las luces y sobras generadas por la pintura ha sido cuidadosamente estudiado, aplicando una mezcla de pigmentos con base acuosa y cientos de miles de partículas de aluminio.
Su exclusividad no solo proviene de su fino acabado en aluminio cepillado y su elaborado proceso de pintado, sino por un precio que a más de uno le haría replantearse su compra. Unos 8.000 € en el mercado europeo es lo que hace que se convierta en la pintura más cara ofertada jamás por la firma de Munich, muy por encima de la pintura Frozen Bronze Metallic, que tiene un precio de 3.600 € en Alemania.