Pues lo cierto es que sí. Como he comprobado en esta prueba del Volkswagen Beetle 2012 2.0 TDI de 140 CV, el compacto presenta un nuevo diseño mucho más atractivo gracias a sus formas redondeadas –pocos más detalles comporte con el modelo original- y a sus nuevos grupos ópticos con tecnología LED que, por cierto, son bastante parecidos a los que equipan algunos modelos Porsche. Además, con respecto al New Beetle ha crecido a lo largo y ancho: tiene 4,27 m de longitud (152 mm más) y 1,80 m de anchura (84 mm más). Eso sí, como las personas, parece que con la edad su altura ha menguado, como demuestran su 1,48 m (12 mm menos).
También ha aumentado su maletero, que ahora goza de 96 litros más, con lo que ya suma 310. Es una capacidad que no le sitúa, ni de lejos, como el mejor de su categoría, pero su boca de carga, que es enorme, y el gran portón facilitan, y mucho, su uso.
Dentro nos encontramos con un vehículo bien terminado y que presenta una imagen agradable, a pesar de que la gran mayoría de los plásticos son duros. Posee varios elementos con aire sesentero. Es el caso de la instrumentación, las bolsas que hay en las puertas delanteras, que son poco útiles porque no están cerradas; el asidero de goma situado en el montante central, el salpicadero y el volante. A priori este último es demasiado fino y grande. Una vez en marcha me doy cuenta de que se trata de una ilusión óptica; es casi perfecto.
El puesto de conducción es muy bueno. Da igual tu estatura porque hay espacio suficiente para ti. Además, la visibilidad es óptima en todas las direcciones. Lo que es una ardua tarea es alcanzar los cinturones de seguridad, aunque lleves muy retrasado el asiento. La libertad con la que cuentan los pasajeros de las plazas anteriores no la disponen la de las posteriores. Sí en altura, si mides menos de 1,80 m, pero no en el espacio dedicado a tus piernas, que se queda escaso para individuos de 1,75 metros. Además, los respaldos son casi verticales, por lo que la espalda en un viaje largo puede llegar a rebelarse…
En esta prueba del Volkswagen Beetle 2012 hemos podido disfrutar del conocido bloque 2.0 TDI 140 CV. Con él, el nuevo Escarabajo acelera con decisión, y es el momento en el que la aguja supera las 1.800 rpm cuando entrega todo su poderío. Además, y gracias a la estabilidad de su chasis, que ahora es más deportivo -no por ello incómodo-, puedo asegurar que el Beetle 2012 tiene carácter racing –y eso que la suspensión trasera es de eje rígido y no de paralelogramo deformable como la del más potente de la gama, el 2.0 TSI de 200 CV-.
El Beetle 2012 de esta prueba te puede salir por unos 27.000 euros, puesto que equipa el acabado Sport y el paquete Music & Sound, que por 500 euros incluye un equipo de sonido Fender (Beetle Fender Edition), una de las marcas más consagradas en el mundo de la música; un subwoofer de 400 W e iluminación interior adicional de tres colores. Pero por bastante menos, 19.730 euros, tienes un Beetle Beetlemanía con motor 1.2 TSI 105 CV que equipa un jugosos elementos tales como las llantas de aleación Mikca de 16 pulgadas, airbag frontales, de cabeza y tórax delanteros y traseros y laterales traseros, asistente de arranque en pendiente, ESP, velocidad de crucero, faros antiniebla con luz estática de giro, retrovisores exteriores calefactados, funciones ‘Coming Home’ y ‘Leaving Home’ y reposabrazos central delantero, entre otros.
Al Beetle en México le llamaban Vocho (ombligo) porque decían todo el mundo tenía uno. Conseguirá Volkswagen hacer un ‘Best Seller’ de este nuevo Beetle. Aptitudes tiene para ello…
Lo mejor
+ Diseño
+ Tacto deportivo del chasis
+ Maletero
Lo peor
+ Algunos elementos vintage poco prácticos
+ Plazas traseras
+ Plásticos duros en el interior
Texto: Hugo Valverde
Fotos: Anul Oidual