El segmento de los utilitarios siempre le ha dado muchas alegrías a Peugeot, sobre todo gracias al 205. Sucesivas generaciones han intentado replicar el éxito de este modelo con suerte dispar. Ahora en esta prueba toca analizar al sustituto del 207, el 208. Para ello hemos elegido la variante eHDI de 92 CV.
Antes de hablar de las prestaciones mecánicas, me gustaría destacar un aspecto que, a priori, parece sorprende: Peugeot ha conseguido disminuir tamaño y peso en este modelo sin que por ello se resienta el espacio interior. Bien es cierto que un modelo de este tipo está más bien pensado para cuatro adultos, pero es de agradecer que, a pesar de ser más pequeño, no haya perdido cota de habitabilidad. En el caso del maletero, sus 285 litros se encuentran más o menos en la media del segmento, pero cobran más valor ya que albergan un rueda de repuesto de tamaño normal (algo raro hoy en día).
Siguiendo con el interior del Peugeot 208 eHDI de 92 CV de la prueba, otro de los detalles que más diferencia a este coche de su antecesor es la situación del volante y el cuadro de mandos, que se debe consultar por encima del propio volante. Este último elemento es muy pequeño y facilita mucho la manejabilidad. Su tacto es blando cuando se maniobra a baja velocidad, pero conforme aceleramos la dirección se endurece. Mención especial merecen los asientos de esta versión Allure, con unos 'laterales' muy marcados que sujetan el cuerpo a la perfección. Otro de los elementos que toman protagonismo en su interior es la pantalla táctil de siete pulgadas.
A nivel de prestaciones este 208 eHDI de 92 CV puede parecer, a priori, un poco escaso, pero su motor cumple su papel a la perfección. Es más, parece que ofrece algunos caballos más. Su zona buena se sitúa entre las 1.800 y las 3.000 vueltas. Más allá de esta cifra, la mecánica pierde eficacia. Esto resulta más que suficiente en adelantamientos y recuperaciones. De cualquier forma, si eres más exigente también tienes una versión de 120 CV.
A nivel de chasis, el coche cumple perfectamente, aunque no es un modelo especialmente deportivo: rivales como el Fiesta o el Polo puede ofrecer mejores prestaciones en este sentido.
En el apartado de equipamiento, ya desde las versiones de acceso a la gama equipan seis airbags —frontales, de cabeza y laterales en las plazas delanteras—, dos fijaciones Isofix de tres puntos en las plazas posteriores, cierre automático de puertas en movimiento, asistencia a la frenada de emergencia, repartidor electrónico de frenada, control de estabilidad (ESP) y control de tracción (ASR).
También son de serie los reposacabezas traseros en todas las plazas, el regulador/limitador de velocidad y la función ‘Follow me home’, que deja encendidos unos segundos los faros para iluminar el camino al abandonar el vehículo, útil, por ejemplo, en un garaje con poca luz o cuando se aparca de noche en zonas oscuras.
El Peugeot 208 puede disponer de un sistema de llamada de asistencia y emergencia (‘Peugeot Connect’) que, con solo presionar un botón, permite que el coche sea geolocalizado automáticamente informando de la ubicación a los servicios de emergencia. Funciona las 24 horas del día, los siete días de la semana. También puedes conectarte a Internet a través de una llave 3G USB que da acceso a diferentes servicios mediante aplicaciones.
La versión del 208 de la prueba, denominada 'Allure', tiene un coste de 16.480 euros en carrocería de tres puertas. En el caso de que optes por la variante de cinco, el precio llega hasta los 16.780 euros, una diferencia de solo 300 euros.
A destacar:
+ Maniobrabilidad
+ Espacio interior
+ Rueda de repuesto de tamaño normal
A mejorar:
– Comportamiento del motor a partir de 3.000 vueltas
– Usabilidad del panel táctil
– Precio
Texto: Juanan Corrales
Fotos: Álex Aguilar