PRUEBA: Mercedes Clase E 2016

Prueba Mercedes Clase E 2016

Portugal ha sido el país elegido por la firma de la estrella para que realicemos la prueba del Mercedes Clase E 2016, el sedán que define la esencia misma de la marca. Su diseño exterior, trabajado aerodinámicamente para ofrecer un coeficiente de 0.23, adopta elementos de las últimas generaciones del Clase C y Clase S.

Destaca el parabrisas, que es bastante inclinado y porta un capó con ángulos más suaves, más sutiles que los vistos en los dos modelos anteriormente mencionados. Por su parte, los faros, que son completamente nuevos, son preciosos y según han compartido los diseñadores, las líneas que forman las luces diurnas LED imitan la llama de una antorcha. Mercedes quiere darle un aire más elegante, menos deportivo, y por eso la línea de cintura comienza en la zaga y se mantiene hasta la parte frontal. Los espejos retrovisores exteriores han sido estudiados para reducir tanto la resistencia como el ruido aerodinámico, pero, además, también para disminuir el agua que cae en la luna en días lluviosos.

The new E-Class, Press Test Drive, Lisbon 2016

Por su parte, la zaga incorpora una lama cromada para dar más anchura al vehículo y unos pilotos que esconden un Easter Egg: dentro de los mismos hay unos brillantes, denominados ‘stardust’, que quieren imitar el polvo de estrella. Asimismo, sus líneas horizontales pretenden dar una imagen más compacta. Gracias al trabajo realizado en el nuevo Mercedes Clase E, podemos decir que la compañía alemana tiene la línea de sedanes más atractiva desde los recordados W108 y W109 de mediados de los años 60.

El interior es una joya; la verdad es que Mercedes ha hecho un gran trabajo. Lo primero que llama la atención son las pantallas, que son enormes, cada una de 12,3” y de alta definición. La de la derecha muestra el sistema de infoentretenimiento y las opciones del vehículo, todo ello controlable desde el ‘touch pad’ y desde los dos botones que ahora equipa el volante, también sensibles al tacto. Eso la que está situada a la derecha, porque la de la izquierda funciona como un cuadro de instrumentos. En imágenes me había parecido exagerado, pero en vivo luce realmente bien, porque hay un balance de lo artesanal, con maderas y plásticos muy elegantes, con lo tecnológico. Además, el sistema de iluminación ambiente da la posibilidad de elegir entre 64 colores.

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La posición de conducción de este nuevo Clase E es muy buena, empezando con el volante, que tiene ajuste eléctrico, y los asientos, que son comodísimos y que están realizados en materiales consistentes. El espacio del habitáculo ha crecido gracias a una mayor batalla, por lo que los pasajeros tienen un espacio para las piernas tremendo. Esa amplitud se ve acrecentada por el techo solar posterior, que es opcional. Respecto al de carga, tiene una capacidad de 540 litros; sin duda una de las más grandes del segmento. El piso no oculta una rueda de repuesto, sino un kit reparapinchazos con el que ahorra peso y espacio.

Durante la prueba, el Mercedes Clase E 2016 se siente más ligero que la generación anterior. En concreto, yo estoy probando el Mercedes E300 2016, que es más potente que la versión que ha llegado a España, la E200 con 184 CV. Este 2,0 litros turbo rinde 241 CV y presume de un par de 368 Nm. No me parece suficiente, quiero creerlo, pero no puedo. Esperaba bloques más potentes, por lo menos para brindar la experiencia de conducción que estaba esperando de un Clase E. Ahora bien, llegará la versión 45 AMG. Este cuatro cilindros es muy silencioso, porque se ha minimizado el ruido. Además, como tiene bastante par a bajas vueltas, no es necesario revolucionarlo para conseguir un empuje alto. Mención aparte merece la suspensión neumática, que es genial porque trabaja como muy pocas suspensiones en el planeta. La combinación de su nuevo sistema de dirección, frenos y la reajustada suspensión neumática ofrecen una sensación de confianza y control mayor que la generación previa.

Prueba Mercedes Clase E 2016

La seguridad es uno de los factores más importantes del coche. El Mercedes Clase E 2016 de la prueba es casi un vehículo autónomo. El ‘Cruise Control’ acelera, frena y hasta cambia de carril. Con el sistema opcional ‘Drive Pilot’, el vehículo es capaz de recorrer curvas en la autopista sin necesidad de que el conductor intervenga. Además del airbag de cinturón, los asientos también equipan otro en el apoyo exterior que en caso de colisión lateral, estalla en cosa de milisegundos para desplazar el cuerpo hacia el interior del coche y así sufrir menos el impacto. Otra de las innovaciones únicas que encontramos dentro del Mercedes Clase E que hemos probado es el sistema que emite un sonido a través de los altavoces con una frecuencia determinada cuando el coche sufre un accidente. De esta forma, ante un siniestro, el sistema auditivo de los ocupantes no sufren.

El nuevo Clase E impresiona por la cantidad de tecnología que ofrece. Su diseño y proporciones son consistentes con la evolución de este sedán mediano y con la de los productos de la familia. Es más grande, liviano, eficiente y cómodo que la generación previa y se caracteriza por su refinamiento, comodidad y elegancia, aunque me gustaría disfrutar de motores más potentes. La buena noticia es que Mercedes-AMG ya está trabajando en la versión de alto rendimiento, que esperamos con ansia para probarla.

The new E-Class, Press Test Drive, Lisbon 2016

Fuente: Univisión

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