PRUEBA: Mazda3 MPS

Es uno de los “japo” más potentes que se  comercializan en nuestro país. Tiene una imagen deportiva muy lograda y un motor, el mismo que el de la generación anterior, capaz de entregar 260 rabiosos caballos.

Llevaba unos meses detrás del Mazda3 MPS y la espera ha merecido la pena. La primera impresión que me llevé cuando recogí la unidad de prueba fue positiva gracias a su deportiva imagen exterior y a la pintura blanca metalizada con la que esta bañada la carrocería y que, por cierto, le queda como anillo al dedo (Colores disponibles: rojo, negro, gris y blanco).

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Al subir a él me llevé otra buena sensación, ¿la razón? Los buenos acabados y los materiales empleados. Pero las  impresiones positivas no quedaron ahí porque al accionar el botón de arranque, el sonido que emitieron sus dos tubos de escape hizo que me recorriera un cosquilleo por mi cuerpo. A primera vista, todo marchaba bien. Pero vamos a desgranar el coche detalle por detalle.

Exterior
El Mazda3 MPS es la versión más cara y radical de la gama. Su imagen desprende deportividad por todos sus ángulos gracias a los parachoques dimensionados, el delantero con una amplia toma de aire y el trasero con dos salidas de escape circulares, una a cada lado, también por sus taloneras, su prominente alerón, la entrada de aire del capó y las bonitas llantas de 19 pulgadas. Por todo ello se diferencia del Mazda3 base, incluidos los retrovisores con intermitentes. El Mazda3 MPS cumple con su cometido de compacto deportivo: “Además de serlo, hay que parecerlo”.

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Interior
El habitáculo presenta un aspecto más parecido al del Mazda3. A diferencia de éste, el MPS equipa inserciones y tapizados con lunares rojos, pespuntes del mismo color en el volante y el guardapolvos de la palanca de cambios, pedalier de aluminio y asientos más deportivos. Éstos tienen unos salientes que sujetan el cuerpo cuando se toman curvas cerradas. No ofrecen toda la eficacia que deberían para este tipo de coche; a cambio aportan un plus de comodidad.

También se diferencia de resto de la gama 3 porque el MPS monta un tablero de instrumentos rojo, con el logotipo MPS y un manómetro con la presión del turbo, muy eficaz para cuando se practica una conducción deportiva. Se echa en falta dos indicadores, el de la temperatura y la presión del aceite. Puestos a pedir, que no quede…

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Los materiales empleados en el interior son muy buenos, tanto de calidad visual como táctil. En algunas zonas tienen un tacto blando y agradable. Podemos decir que el Mazda3 MPS ofrece unos acabados de un segmento superior.

Vida a bordo y maletero
El Mazda3 MPS presenta una habitabilidad en las plazas delanteras muy buenas. En las traseras, es más que suficiente para dos personas gracias a la anchura, la altura del techo y al hueco disponible para las piernas.

En cuanto al maletero, la versión más deportiva del Mazda3 ofrece lo mismo que sus hermanos de gama, 340 litros, que pasan a ser 1.360 si se abaten los asientos traseros. La boca de carga es amplia, lo que otorga una comodidad extra a la hora te introducir elementos de gran tamaño. Bajo el piso, encontramos un subwoofer y un kit reparapinchazos, echando en falta, una vez más en estos compactos, una rueda de repuesto.

Motor
Dicen que si algo funciona no se debe cambiar. Pues eso es lo que han pensado los ingenieros de Mazda al acoplar en el vano motor el mismo propulsor 2.3 DISI de 260 CV del MPS de 2006. Con leves cambios, han conseguido que el consumo de carburante se reduzca considerablemente. Resumiendo: misma potencia, mismas prestaciones y menor consumo.

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Sube de vueltas con facilidad y cuando pasa de las 2.800 revoluciones, el turbo empieza a trabajar para ofrecer al deportivo un excelente tirón de 380 Nm. En cuanto a la potencia, es en las 5.500 rpm cuando el motor da todo lo que tiene, 260 CV.

Conducción
Las sensaciones que ofrece el Mazda3 MPS son buenas aunque quizá no nos emita todas las emociones que debiese al realizar una conducción deportiva. Al ser un coche con mucha potencia distribuida al eje delantero, sufre pérdidas tracción. Son más acusadas que en el Focus RS de 305 CV. Para reducirlas, se ha limitado el par en las tres primeras marchas. Además, equipa un autoblocante mecánico para solventar, en parte, el problema. Éste componente ayuda a que la dirección sea muy precisa y a que el conductor afronte las curvas con mucha velocidad.

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Los cambios son rápidos y las marchas entran con precisión casi milimétrica. El pomo, delgado y alto, ayuda a la hora de subir o bajar velocidades y a estar en contacto con el volante en todo momento.

El Mazda3 MPS monta una suspensión firme, que no seca. Ofrece una estabilidad límite muy buena sin perjudicar la comodidad en terrenos poco lisos. Se puede decir que está configurada para conducción deportiva pero también para llevar a la abuela sin que se le descoloquen los empastes.

A la hora de frenar, se echa en falta más eficacia para un coche de estas características. Es un defecto que de generación a generación se va agravando aunque el peso total del vehículo se haya reducido 30 kg respecto a la generación anterior. Son los mismos discos ventilados de 320 mm en el eje delantero y los mismos discos macizos de 280 mm en el trasero.

Según los datos oficiales, el MPS tiene un consumo medio de 9,6 litros a los 100 km, en carretera es de 7,5 y por ciudad, de 13,2 litros. En nuestra prueba, con carretera/ciudad y una conducción rápida, alcanzamos los 12,3 litros, cifra no muy alta si tenemos en cuenta el tipo de mecánica que montan, que no se conforman con “beber” poco y menos cuando se las exprime. Por cierto, al coche sólo le gusta gasolina de 98 octanos.

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Equipamiento y precio
Mazda ha dotado a su compacto más deportivo de un completo equipamiento de serie que incluye: climatizador bizona, navegador, control de velocidad, retrovisores plegables eléctricamente y con control de ángulo muerto, faros bi-xenón, sensor trasero de aparcamiento, bluetooth, ABS, EBD, TSC, EBA, DSC y sistema de sonido BOSE, entre muchos otros elementos.

Se puede decir que es uno de los coches más completos si miramos a sus oponentes más directos. Por esa razón y por los 260 CV que entrega, podemos aseverar que los 29.750 € que hay que desembolsar para domar a esta bestia no nos parece un precio demasiado alto.

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Conclusión
El Mazda3 MPS es un coche deportivo cuando se le pide pero apto para el día a día. Tiene una estética exclusiva y unos interiores muy logrados. Por su equipamiento y su motor hay pocas opciones tan aconsejables como esta.

Lo mejor
+ Precio frente a rivales
+ Acabados interiores
+ Estética deportiva

Lo peor
- Frenos poco eficaces
- Sin rueda de repuesto
- Adherencia cuando se le pisa

Ficha Técnica Mazda3 MPS
Motor Cilindrada 2.261
Cilindros 4 en línea
Potencia Máxima 260/5.500
Par Máximo 380/3.000
Transmisión Caja de Cambios manual; 6 velocidades
Tracción delantera
Suspensión Delantera Independiente. Tipo McPherson. Resorte helicoidal. Barra estabilizadora.
Trasera Independiente. Paralelogramo deformable. Resorte helicoidal. Barra estabilizadora.
Dimensiones Longitud 4.505 mm
Anchura 1.770 mm
Altura 1.460 mm
Distancia entre Ejes 2.640 mm
Alimentación Tipo de Alimentación inyección indirecta. Turbo compresor. Intercooler.
Peso Peso 1.455 kg
Prestaciones Velocidad Máxima 250km/h
Aceleración 0-100 Km/h 6,1 seg
Consumos Urbano 13,2
Extraurbano 7,5
Combinado 9,6
Emisiones Emisión CO2 224 g
Precio Precio Oficial 29.750 €

Texto: Hugo Valverde
Fotos: Carlos Ramos

2 COMENTARIOS

  1. pepino de los gordos! Ma vecino tiene uno en rojo y el coche me parece precioso. Envidia sana!

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