Ciento quince caballos, esa es la diferencia que existe entre la primera versión de la mecánica 2.0 TFSI (Audi A4) y la variante actual. Resulta impresionante ver cómo los ingenieros germanos son capaces de apretar y apretar y apretar el motor hasta llegar a potencias indecentes. En el caso del coche de esta prueba, el dos litros turboalimentado, entrega 300 CV en un coche que pesa 1.490 kilos... Te puedes imaginar cómo empuja este Audi S3.
Pero la cuestión no radica tanto en el empuje, sino en cómo lo filtra el chasis y la tracción quattro de tal forma que llegue totalmente domado a las manos del conductor. De hecho, con este modelo se puede ir realmente rápido sin llevarse susto alguno, tiene los límites muy altos. Para conductores inexpertos esto es una gran noticia, pero para gente más experimentada quizás ese "filtrado" de emociones sea un aspecto que no le gusta del compacto alemán. El comportamiento del coche es impecable, realmente impecable, pero quizás se eche en falta un poco de "marcha"... Sobre todo cuando oyes el "petardeo" entre marcha y marcha a través de sus cuatro tubos de escape.
Y es que este Audi S3 2.0 TFSI quattro S tronic es uno de los compactos deportivos más educados que he probado. Aderezado del cambio automático de seis velocidades S tronic, la conducción del mismo se vuelve un juego de niños y una marcha sucede a la otra con total progresividad y sincronía. El 0 a 100 km/h, que se realiza en poco menos de cinco segundos, es una cifra de verdadero infarto... que no infarta. La tracción quattro y el excelente tarado del chasis mantienen todo bajo control.
Esta contención se traslada al aspecto exterior donde solo destacan los retrovisores exteriores en color plata, las llantas de mayor tamaño y unas pinzas y discos de freno sobredimensionados. La trasera también insinúa levemente el carácter deportivo de este A3 supervitaminado con las ya mencionadas cuatro salidas de escape.
¿El interior? Si has leído alguna que otra prueba de un modelo de Audi sabrás que la factura de sus habitáculos es de las mejores del mercado: materiales de calidad, excelente ajustes... Una vez más, solo notamos que estamos al volante de una variante deportiva a través de pequeños detalles: volante deportivos, asientos...
Y, por supuesto, un deportivo tan sumamente educado no podía desentonar en uno de los apartados más sensibles al bolsillo del conductor: el consumo. Obviando que si te pasas con el pedal y exprimieras las prestaciones a fondo el gasto puede llegar a los 20 litros cada 100 km/, circulando a velocidades legales sin ser excesivamente cuidadoso el gasto se queda en unos contenidos 8,5 litros... Piensa bien la cifra, ¡8,5 litros! Si te alguien dicen hace algunos años que un deportivo de 300 caballos podía hacer unos consumos con estas cifras seguro que le hubieras tildado de loco. ¿El truco? El uso de dos sistemas de inyección: directa para bajas y altas cargas, e indirecta para medias. Gracias a ello se ahorran litros de combustible y emisiones contaminantes.
Todo este despliegue de ingeniera alemana, pulcritud y buenas maneras tienen un coste que se puede antojar elevado en un modelo del segmento compacto: 43.920 euros. Aunque todo depende de la óptica con la que se mire, si realmente buscas un deportivo potente pero que no llame la atención, probablemente este sea el mejor modelo del segmento. Pero, mi pregunta es la siguiente: ¿te comprarías un deportivo de 300 CV para pasar prácticamente desapercibido? Esa es la cuestión final que se queda rondando en mi cabeza tras terminar esta prueba del Audi S3 2.0 TFSI quattro S tronic.
Prestaciones | Sensaciones muy filtradas |
Chasis | Estética discreta |
Tracción |
Prueba: Juan Antonio Corrales
Fotos: Álex Aguilar