Esta semana hemos puesto a prueba el Audi A3 Sportback 2.0 TDI 184 CV, la versión de carrocería familiar asociada al turbodiésel más potente de la gama del compacto de Audi. Además, nuestra unidad venía equipada con los paquetes completos S line, el sistema de tracción quattro y el cambio automático de doble embrague S tronic de seis relaciones, una combinación que a priori nos proporcionará la máxima deportividad y efectividad posible, pero con un gasto de combustible contenido. ¿Lo habrán conseguido? Vamos a descubrirlo.
Lo primero que llamó mi atención nada más hacerme con este A3 Sportback 2.0 TDI 184 CV fue lo llamativa que resulta su estética y eso a pesar del color que tiene esta unidad, que ‘apaga’ un poco los detalles deportivos y formas de su carrocería. Las llantas de aleación son prácticamente idénticas a las del RS3 de la generación anterior (Prueba Audi RS3), aunque con un diámetro inferior -son opcionales, así que si las quieres tendrás que pagar por ellas-. Los faros full LED, además de proporcionar una ‘mirada’ más atractiva, iluminan de forma muy efectiva y homogénea aunque, eso sí, piden 2.065 euros por ellos.
Como ya os he hablado en otra ocasión del Audi A3, no me voy a entretener en los detalles sobre el aspecto, la calidad o los acabados de su habitáculo, si quieres saber más sobre esto puedes leer aquí mi opinión sobre el Audi A3 1.8 TFSI S tronic. Sin embargo, lo que sí ‘tocamos’ por primera vez es la carrocería familiar del A3 Sportback de la prueba, que se posiciona como la más práctica de la gama gracias a su amplia boca de carga, gran maletero -380 litros ampliables a 1.220 con los asientos traseros abatidos- y altura disponible para la cabeza de los pasajeros de la segunda fila, pero el espacio para las piernas y la anchura es idéntico al de su hermano de tres puertas.
El acceso a las plazas posteriores es lo suficientemente amplio como para que un adulto suba sin problemas. La banqueta trasera, de tres plazas, ofrece una postura cómoda y adecuada para largos trayectos, aunque como de costumbre, dos pasajeros viajarán holgadamente mientras que si se suben tres, la cosa no será tan agradable. En cuanto al maletero, destacan sus formas regulares que permiten aprovechar el espacio con facilidad, pero sólo ofrece 15 litros más de capacidad que el de la versión de tres puertas.
Lo que a mi juicio no encaja muy bien con la filosofía de coche familiar que tiene este Audi A3 Sportback 2.0 TDI 184 CV es la suspensión S line, por un motivo muy concreto: resulta demasiado dura para el estado en el que se encuentran la mayor parte de las carreteras de nuestro país. Sí, sujeta muy bien la carrocería y los balanceos prácticamente son inexistentes, pero a cambio ‘sufrirás’ todas y cada una de las grietas y juntas de dilatación sobre las que pases. La suspensión deportiva de serie del acabado ‘Ambition’ es lo suficientemente rígida para practicar una conducción deportiva y absorbe con mayor facilidad las imperfecciones de la calzada.
Hablemos ahora del propulsor 2.0 TDI de 184 CV que comparte con otros modelos del Grupo Volkswagen, como el Golf GTD (Prueba Volkswagen Golf GTD Mk7). Es un motor agradable de utilizar por la forma en la que entrega la potencia y sobre todo, el par motor, pues dispone de 380 Nm de forma constante entre 1.750 y 3.250 revoluciones por minuto. Sin embargo, si os soy sincero, este bloque no me ha dejado muy buen sabor de boca, pues no hay una mejora de prestaciones perceptible con respecto a la versión de 150 CV y sí que se nota a la hora de pasar por el surtidor ya que gasta más, pues en condiciones reales de uso he obtenido una media de 6,7 l/100 Km, una cifra muy alejada de los 4,9 l/100 Km que homologa el modelo en ciclo mixto.
Cuando realicé la sesión de fotografías para la prueba del A3 Sportback 2.0 TDI 184 CV, este modelo coincidió con el MINI Paceman Cooper SD del que os hablamos hace unos días (Prueba MINI Paceman Cooper SD). Este pequeño todocamino, con motor turbodiésel de 143 CV anuncia una aceleración de cero a 100 Km/h de 9,2 segundos, una cifra muy superior a los 6,9 segundos que emplea, oficialmente, el A3.
Pero sorprendentemente, quedó patente en varias ocasiones que o bien el modelo británico corre más de lo que indica la marca o lo que es más probable, que el alemán es más lento de lo esperado, lo que encajaría a la perfección con lo que percibí desde los primeros kilómetros -además, como equipaba el cambio automático S tronic, no puedo ser el culpable de haber escogido una mala relación o de cambiar de forma lenta-. Con esto no quiero decir que sea un ‘cepo’, ni mucho menos, simplemente que me esperaba más.
Con el Golf GTD, con el que comparte motorización, no tuve esta sensación de falta de ‘patada’. Es verdad que el motor es tan elástico y entrega la fuerza de una manera tan progresiva que puede dar la sensación de que corre menos, pero debería haber sido claramente más rápido que el SUV británico y no fue así. Personalmente, me decantaría por la motorización 2.0 TDI de 150 CV o bien, si crees que necesitas más potencia, por el propulsor de gasolina 1.8 TFSI de 180 CV, que resulta mucho más agradable de utilizar, es más silencioso y prácticamente no transmite vibraciones. A igualdad de equipamiento, es 3.200 euros más asequible y en la práctica, a no ser que te ‘cebes’ con el pedal del acelerador, es fácil no superar la barrera de los 7,5l/100Km.
En cuanto al comportamiento dinámico, el Audi A3 Sportback 2.0 TDI 184 CV de la prueba sí está a la altura de lo esperado. El sistema de tracción quattro garantiza la máxima capacidad de agarre independientemente del estado en el que se encuentre el firme. El cambio S Tronic de doble embrague es extremadamente rápido eligiendo la velocidad óptima y muy obediente a las órdenes que le transmite el conductor, ya sea desde las levas del volante o desde la palanca de cambios, por lo que sólo tendrás que preocuparte de elegir la mejor trazada posible y el coche la seguirá sin inmutarse.
Este A3 Sportback es un coche fantástico en lo que a calidad de construcción e imagen se refiere, es espacioso, versátil, y la amplia lista de equipamiento opcional te permitirá aumentar los 39.670 euros que cuesta de serie esta versión ‘Ambition’ tanto como desees -o puedas-. Yo, sin embargo, optaría por la mecánica diésel de 150 CV en lugar de esta de 184 CV, pero si quieres combinar la tracción quattro con el cambio S tronic y con un propulsor turbodiésel, no te quedará más remedio que decantarte por el más potente.
A destacar…
+ Acabados
+ Comportamiento dinámico
+ Estética
A mejorar…
- Precio elevado
- Consumos
- Equipamiento opcional
Fotos: Álex Aguilar
