Cuando era adolescente y tenía mi cara poblada de pequeños ‘amigos’ había tres cosas que rondaban en mi cabeza: pájaros, la neumática Pamela Anderson –de ahí mi debilidad por unas buenas gomas para el coche- y el Audi S3. El paso del tiempo no ha tratado a todos por igual; los primeros se han convertido en un famoso juego de Smarthphone, la segunda en una artista con más años que trabajo y el tercero ha evolucionado para convertirse en el compacto más rápido del momento, como demuestra su 0 a 100 km/h de ¡4,6 segundos! –con el Launch Control su salida desde parado es increíble y te deja literalmente pegado al asiento-.
La firma alemana ha querido despedir la segunda generación del A3 con una versión ‘demoledora’ que obligue a los BMW Serie 1 M Coupé y Focus RS500, sus rivales directos, a doblar la rodilla. Su nombre, Audi RS 3, da alguna pista de lo que puede ofrecer y de lo que se le puede exigir. Y es que cualquier Audi no puede incluir en su denominación una ‘simple’ R…
A simple vista no es tan llamativo como otros coches que superan los 300 CV. Es perfecto para aquellas personas que quieran pasar desapercibidas en el día a día, aunque sus parachoques, pasos de rueda ensanchados, spoiler trasero, difusor y llantas de 19 pulgadas con perfil en rojo (260 euros) le dan ese toque ‘racing’ que su estatus demanda.
El interior no se ‘queda corto’. Si diriges tu mirada dentro del habitáculo ¡cuidado! Puedes pensar que has encontrado lo que llevas buscando toda tu vida: algo bonito, de calidad, bien hecho y que agarre tu cuerpo como si fuese la última noche. Exacto, has acertado, estoy hablando de sus preciosos bacquets tapizados en cuero negro con costuras rojas (4.500 euros más 2.515 euros por la cubierta del respaldo en el color de la carrocería). Pero la perfección no existe porque, aparte de su excesivo precio, dificultan bastante el acceso al habitáculo.
Cabe mencionar también el atractivo de su volante, pomo y empuñadura del freno de mano, todos ellos forrados en Alcantara –poco recomendables porque el paso del tiempo hace estragos-, y de sus inserciones en aluminio.
Hasta el momento todo genial, pero ¿qué me encuentro al girar la llave? Música para mis oídos –y de la buena-. El conocido y reconocido 2.5 TFSI de cinco cilindros crea un sonido ronco, envolvente, que hace que mi sangre se caliente, mi boca esboce una pícara sonrisa y por mi mente pase una pancarta en la que se puede leer... ¡lo que tengo delante de mis narices!
El bloque es capaz de rendir 340 CV de potencia (100,8 CV/litro) y 450 Nm de par. Toda esa fuerza es transmitida a las cuatro ruedas a través del rapidísimo cambio S tronic de siete marchas y doble embrague.
Vamos a ver de los que es capaz esta ‘bestia’ nacida en Alemania. Pongo el cambio en la posición D. Si piso el acelerador con delicadeza su comportamiento es suave. Además, la suspensión, dura pero no seca, hace que sea un coche apto para llevar a los niños al cole, y más si tenemos en cuenta que el vehículo dispone de cinco puertas.
Pero… ¡qué demonios! Voy a exigir al coche que me muestre para qué se ha hecho. Pongo la palanca en la S y pulso el botón S de la consola. El sonido de su motor se vuelve aún más ronco. No lo cambiaría ni por todo el oro del mundo (quizá sí...). Continuo con la prueba del Audi RS 3 y sus maneras me confirman que el constructor de Ingolstadt ha creado un deportivo con una capacidad de tracción que roza la perfección. [pullquote]Audi ha reducido el subviraje con unos neumáticos delanteros de mayores dimensiones[/pullquote]Es seguro y esa sensación de confianza me la transmite a través de su precisa dirección, el rechazo de su carrocería a las oscilaciones –los muelles están rebajados 25 mm respecto al A3 normal- y la facilidad con la que afronta todo tipo de curvas. ¡Es rapidísimo!
Además, Audi ha reducido el subviraje con unos neumáticos delanteros de mayores dimensiones (235/35) que los traseros (225/35) y con unas vías más anchas -1,56 m y 1,52 m; 42 y 22 mm más que el S3-.
El problema llega a la hora de pagar, como todo en esta vida, aunque en este caso es doloroso. El precio del RS 3 es razonable, 55.900 euros, pero no su equipamiento de serie. Que no tenga sistema de navegación es difícil de entender en un coche de 10 kilos de las antiguas pesetas, pero que no incorpore sensor de luces y lluvia, retrovisor interior antideslumbrante automático, control automático de velocidad o conexión USB me parece increíble. Solo tienes que echar mano al dossier de cualquier coche de categoría inferior para observar que son elementos que vienen de serie con el precio base del vehículo –que en algunos casos no supera los 15.000 euros-.
Tras realizar la prueba del Audi RS 3 he podido añadir a mi lista de coches de ensueño este deportivo por su noble comportamiento, su excelente respuesta en curva, su despampanante imagen, tanto exterior como interior, su funcionalidad y su rapidez cuando hundes el pié en la tabla. ¡De 10!
A destacar
+ Motor
+ Respuesta en curva
+ Imagen
A mejorar
- Precio
- Equipamiento de serie
- Acaba de salir el Audi A3 2012
Texto: Hugo Valverde
Fotos: Claudio Luna