Tras registrar unos altos niveles de contaminación y comprobar que la situación no mejoraría hasta el jueves debido a las condiciones climáticas, las autoridades han decidido prohibir los coches diésel en Oslo por primera vez en la historia de la capital de Noruega. Una medida que está desatando la polémica en el país debido al demostrable apoyo que brindaron las autoridades en el pasado para la compra de automóviles equipados con motorizaciones diésel.
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La prohibición de los diésel en Oslo no es total. Únicamente han limitado el acceso y la circulación en las vías urbanas, dejando libres las principales carreteras que atraviesan la capital y ciudad más poblada del país. La medida comenzó ayer, martes, y se espera que finalice el jueves, que es cuando el ayuntamiento de Oslo espera que mejoren las condiciones climatológicas. Los que no respeten la prohibición se expondrán a ser sancionados con una multa de 1.500 coronas, el equivalente a unos 166 euros.
"En Oslo, no podemos pedirle a los niños, a las personas mayores y a aquellas que padecen problemas respiratorios que se queden encerrados en casa porque el aire es demasiado peligroso de respirar", explicó la concejal municipal ecologista Lan Marie Nguyen Berg a los medios en referencia a la limitación de la circulación de los diésel en Oslo. Según el Instituto de Salud Pública noruego, las partículas en suspensión causan la muerte prematura de 185 personas cada año en Oslo.
Fuente: ElEconomista