El Gran Premio Emilia Romagna tenía uno de los mejores escenarios del Mundial de Fórmula 1, Imola, y uno de los peores acompañantes: la lluvia. Un fenómeno que nos dejó imágenes inusuales en una carrera. Sin suficiente bloqueo de la dirección para salir y un par de aceleración que sólo sirvió para enviarlo suavemente hacia la barrera, Hamilton tuvo que dar marcha atrás: ¿por qué es tan difícil hacerlo con un coche de F1?

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Si dependiera de los equipos es probable que los monoplazas no tuvieran marcha atrás, pero la normativa manda y es obligatorio equiparlos con ella por razones de seguridad. El mecanismo es pequeño, ligero y se coloca en el mejor lugar posible para la distribución del peso, para maximizar el rendimiento y, al mismo tiempo, para cumplir con las reglas.

F1 Mercedes

Perjudicial para la caja de cambios

Contadas son las ocasiones en las que los pilotos hacen uso de ella: algunos pueden pasar años sin necesidad de activarla. No en vano, la recomendación que recibían por parte de sus equipos pasaba por no emplearla porque que existía la posibilidad de dañar la caja de cambios… y los cambios no programados de este elemento están penalizados.

Eso sí, el paso del tiempo ha traído mejoras en la fiabilidad y gracias a los avances en la fabricación ya no es el cambio arriesgado que alguna vez fue. Además, teniendo en cuenta que el peso mínimo de los monoplazas, en 2021, es de 749 kilos, los equipos tienen un poco más de margen para desarrollar una marcha atrás que sea realmente útil.

Cómo funciona la marcha atrás

Esto no significa que llevar a cabo la maniobra sea fácil: en Imola, Hamilton estuvo inmóvil durante unos 40 segundos antes de poder salir de la grava. En el volante del Mercedes, la marcha atrás se activa presionado el botón neutral durante un período de tiempo determinado. Si no la usas con frecuencia, probablemente, no sepas cuántos segundos son necesarios para ello.

Y a esto hay que añadir la circulación marcha atrás: el piloto no sólo tiene el movimiento de la cabeza limitado, también cuenta con unos retrovisores diminutos. Saber lo que pasa detrás y a dónde dirigirse es todo un desafío. No en vano, Ricciardo dio marcha atrás en el GP de Azerbaiyán de 2019 y chocó contra el lateral del monoplaza de Daniil Kvyat: el australiano fue sancionado. A Hamilton no le pasó lo mismo porque sus ingenieros lo guiaron con seguridad.

Imágenes: Mercedes-AMG PETRONAS F1 Team

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