Corría el año 2004 y por ahí pululaban el Ferrari 575M Maranello o el Mercedes SLR McLaren. Cuando, en Francia, decidieron hacer un prototipo que demostrara que, si querían, podían ponerse a su altura. Fue entonces cuando Peugeot creó un superdeportivo llamado 907, que, si bien nunca tuvo visos de llegar a la fase de producción, era un verdadero misil capaz de ponerse a 357 km/h. O eso creemos. Tampoco es que nunca se preocuparan de comprobarlo.

Como recuerda el canal de YouTube DriveTribe en el vídeo que puedes ver abajo, la historia va así, más o menos. La marca necesitaba algo resultón con lo que celebrar su nuevo y reluciente centro de diseño, así que dieron rienda suelta a los creativos. Con presupuesto incluido para realizar un prototipo que funcionara. No uno de esos renders que tan de moda están actualmente.

El resultado fue un coupé biplaza con un motor V12 atmosférico de 6 litros que erogaba 500 CV a 6.500 rpm, y un par motor de 620 Nm a 3.500 rpm. ¿De dónde venía?, puede que te preguntes. Porque, en aquella época, Peugeot no tenía ningún bloque de esas características. Pues para formarlo se unieron dos V6 de 3.0 litros de los que traía el 607. Como verás, no repararon en gastos.

Además, con un capó desproporcionadamente alargado, el propulsor estaba colocado bastante atrás, por lo que la configuración era frontal-central. Puedes ver su posición exacta en las fotos, gracias a que los diseñadores lo cubrieron con una pieza de vidrio, que muestra al detalle las ‘trompetas’ de admisión. Otros toques de superdeportivo eran la tracción trasera y las 'branquias' en el lateral, situadas tras las aletas o después de las ventanillas.

Peugeot 907 interior

Toda la carrocería era de fibra de carbono, de forma que el coche pesaba 1.400 kg. Esa ligereza lo hacía capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos, y de alcanzar los 357 km/h. Aunque estas cifras no pasan de ser meras especulaciones de los ingenieros, que al parecer nunca hicieron el esfuerzo de llevarlo al máximo en un circuito. En fin, por mal que se le diera, es casi seguro que sobrepasaría los 300 km/h.

Eso sí, aquel 2004 Peugeot creó un superdeportivo y lo creó de arriba abajo. Sin olvidar el interior, que estaba rematado con toda suerte de lujos. Desde una explosión de cuero hasta unos aireadores de diseño. El único ejemplar que ha existido del 907 está hoy en el Museo de la Aventura de la marca, en Sochaux (Francia), junto con otros de los muchísimos prototipos deportivos que (aunque no te lo creas) ha alumbrado en su historia. Pero DriveTribe hace referencia a rumores que indican que existiría otro, por piezas. ¿Tiempo de un revival?

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