Desde Detroit llega la sexta generación de uno de los modelos americanos más míticos, el Chevrolet Camaro. Tras las alabanzas y buena acogida que ha recibido el (prueba) Ford Mustang, uno de sus principales rivales, General Motors se ha puesto las pilas para crear un modelo totalmente nuevo.
El Chevrolet Camaro 2016 conserva la musculosa imagen que caracteriza a los ‘pony car’ desde sus inicios. Además, su diseño es realmente parecido al restyling presentado en 2013, lo que le hace inconfundible. Pero, aunque no lo parezca, esta carrocería ha sido esculpida tras 350 horas de trabajo en el túnel de viento, con lo que se ha mejorado la resistencia aerodinámica y aumentado el agarre. Conserva el largo capó, la alta cintura y la ancha zaga, aunque su longitud ha variado: ahora es 6 centímetros más corto que su predecesor, con lo que suma 4.78 metros.
El interior también recuerda al de la generación anterior, pero ha sido actualizado y mejorado con el equipo de infoentretenimiento MyLink, que ahora cuenta con una pantalla de ocho pulgadas, y con el cuadro instrumentos, que adopta en el centro una pantalla a color de generosas dimensiones. Como no podía ser de otra forma, el cuentarrevoluciones, a la izquierda, y velocímetro, a la derecha, son analógicos. Asimismo, ese toque retro se ve modernizado con un sistema de iluminación ambiental mediante LED que puede emitir 24 colores diferentes.
Una de las grandes bazas del Chevrolet Camaro 2016 es su peso. La sexta generación se ha sometido a una dieta de adelgazamiento para bajar en la báscula 100 kilos. La carrocería, el salpicadero o la suspensión trasera, que es independiente y está formada por cinco brazos, son algunos elementos que han sido aligerados. Asimismo, con esta cura el nuevo Camaro consigue un 28% más de rigidez estructural.
Como ocurre en el Ford Mustang, la gama de motores del Camaro 2016 está formada por tres bloques de cuatro, seis y ocho cilindros. El primero de ellos, que según Chevrolet es el “menos sediento” de la historia del Camaro, es un 2.0 turbo capaz de rendir 275 CV y entregar 400 Nm -el 90% del par está disponible entre las 2.100 rpm y las 3.000 rpm, y el máximo, entre las 3.000 y 4.500 vueltas-. El segundo es un V6 de 3,6 litros con 335 CV y 385 Nm. Las novedades de este bloque es que trae el sistema ‘Active Fuel Management’, con el que dos de sus seis cilindros se pueden desactivar siempre y cuando la demanda de potencia no sea elevada. El último y más potente es el 6.2L LT1 V8 que equipa el Corvette Stingray, aunque el 20% de las piezas son específicas del Camaro 2016. Rinde 455 CV y ofrece 617 Nm, cifras que le consagran como el Camaro SS más potente de la Historia.
El nuevo Chevrolet Camaro puede equipar una caja manual de seis relaciones o la automática Hydra-Matic 8L45 de ocho marchas, suspensión activa MRC (Magnetic Ride Control), modos de conducción…
Por suerte, al igual que el Corvette, el Camaro, que se producirá en Michigan, sí llegará a Europa, a pesar de que Chevrolet desaparecerá del Viejo Continente.
