Dicen que la venganza se sirve fría. Y, a veces, también en papel con membrete de la policía. Porque acabamos de conocer un rocambolesco suceso ocurrido en China que quizá nos haya descubierto un nuevo tipo hasta ahora inédito: la multavenganza. Una historia digna de culebrón en la que una mujer hace que su pretendiente se salte 49 semáforos en rojo con el coche de su exnovio.

Según el periódico estatal en inglés, Global Times, todo salió a la luz cuando las autoridades de Shaoxing, en la provincia de Zhejiang, notaron que el vehículo en cuestión, un Audi, había acumulado 50 sanciones en menos de 48 horas.

Semaforos rojos 2

Para más inri, solo una de ellas era de velocidad, mientras que el resto tenían que ver con los semáforos. Alarmados por este comportamiento temerario, las pesquisas les llevaron a averiguar que su dueño, de apellido Qian, lo había alquilado a un tal Chen.

Sin embargo, resultó que solo era un testaferro, pues quien estaba conduciéndolo en realidad era su amigo Zhu. Y este último enseguida confesó la verdad: estaba enamorado de la exnovia de Qian, Lou. Al parecer, aquel la había dejado por otra mujer, algo que Lou no pudo soportar. Así que trazó un plan tan creativo como perverso para tomarse su venganza.

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Prometió a Zhu que saldría con él si alquilaba el Audi de Qian y lo ‘freía’ a multas. Algo a lo que el hombre (que efectivamente debía de estar muy enamorado) accedió. Dado el clásico hermetismo del Gobierno chino, no sabemos cuál es la pena a la que ahora se enfrentan los dos autores de esta trama a medio camino entre Lorca y Berlanga. Aunque, como mínimo, sospechamos que su cita está anulada, vista la delación de él.

Eso sí, el pobre Zhu puede darse por satisfecho por haber escapado ileso de un encargo tan suicida como el de su amada. Aunque nosotros hemos conocido una nueva modalidad de venganza motorizada, en la que una mujer hace que su pretendiente se salte 49 semáforos. Por nivel de crueldad, diríamos que se clasifica a mitad entre la de Alaska y Nacho Canut en ‘Cómo pudiste hacerme esto a mí’ y la de los Hombre G con el Ford Fiesta blanco en ‘Sufre mamón’.

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