Según denuncia la ONG francesa Shift Project, «media hora viendo Netflix genera las mismas emisiones que seis kilómetros circulando en coche». Esta organización mantiene que una media hora de streaming consume la energía correspondiente a la emisión de 1,6 kilogramos de dióxido de carbono -hay que tener en cuenta que Netflix es consumido por 130 millones de personas en unos 90 países-.

El problema ha surgido con el paso a los formatos de alta definición, puesto que el peso de los archivos es mayor y, por lo tanto, es necesario una circulación mayor de energía.

5 casos en los que el coche eléctrico sí contamina

Shift Project añade que este tipo de negocio, el de las plataformas de vídeo de streaming, de entre las que destacan Netflix, Amazon Prime y HBO, produjo la cantidad de emisiones equivalente a las generadas por España en todo 2018.

Asimismo, según un informe publicado por la revista científica ‘Nature’, el 0,3% de las emisiones mundiales proviene de los centros de datos de todo el mundo. Cabe señalar que el contenido de video podría representar el 80% del tráfico para 2022, como mantiene el especialista en redes Cisco.

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