A lo largo de la historia del automóvil se han dado extrañas colaboraciones entre fabricantes que tuvieron resultado coches únicos como el Mercedes-Benz 500E (prueba) o el Audi RS2 Avant (prueba), ambos creados con la ayuda de Porsche, o la más reciente de todas, la asociación entre Toyota y BMW que ha desembocado en nuevas generaciones del Supra y el Z4, respectivamente.

Sin embargo, a veces estas colaboraciones cruzaban fronteras e incluso océanos, uniendo Europa con Estados Unidos. El McLaren Mustang M81 de 1980 es uno de los ejemplos más extraños que conocemos, una asociación entre Ford y McLaren con un Mustang de cuatro cilindros. Solo se construyeron diez unidades de este vehículo en fase de prototipo y fue concebido antes incluso de que el legendario McLaren F1 llegara a la vida.

McLaren Mustang M81 (1980): la extraña colaboración entre Ford y McLaren con un Mustang de cuatro cilindros

McLaren Mustang M81 1980
Mecum Auctions

La casa de Woking no ha sido ajena a las colaboraciones con otros fabricantes. De hecho, el propio McLaren F1 antes mencionado estaba equipado con un motor BMW. Sin embargo, el Mustang M81 destaca por lo peculiar de su concepción y diseño, ya que estaba basado en el poco atractivo Mustang Fox Body y, a consecuencia de la Crisis del Petróleo de los ’70, no fue equipado con un V8.

La historia del Ford Mustang, una leyenda viva

El vehículo en cuestión fue desarrollado por los ingenieros de McLaren y Special Vehicle Operations (SVO), la división de alto rendimiento de Ford. Inspirados por el Mustang IMSA Concept, se trabajó la carrocería para instalar un nuevo capó con entradas de aire para el motor, se ensancharon los pasos de rueda para integrar los nuevos ejes y se equipó un juego de llantas BBS de 15 pulgadas con amortiguadores ajustables Koni.

McLaren Mustang M81 1980
Mecum Auctions

El interior también recibió algunos cambios. Se reforzó la estructura y se instalaron unos asientos Recaro de corte más deportivo. En la cabina había una placa específica para identificar al modelo y su autenticidad, un tablero de instrumentos desarrollado por Stewart-Warner y un volante más pequeño, el único lugar de la cabina donde se podía ver el logotipo del óvalo azul.

Prestaciones más propias de un hatchback de los ‘90

Debido precisamente a la Crisis del Petróleo que golpeó a la industria del automóvil en 1973, los fabricantes se vieron obligados a recurrir a motorizaciones de menor tamaño cilindrada con el fin de mejorar la economía de combustible de sus vehículos. El resultado fue que el McLaren Mustang M81 tuvo que renunciar a un motor V8 en favor de una unidad de cuatro cilindros en línea y 2.3 litros con un turbocompresor Garret T3.

McLaren Mustang M81 1980
Mecum Auctions

Esta unidad desarrollaba una potencia de 175 CV, que estaba muy lejos de las cifras que podía ofrecer el modelo con una mecánica de ocho cilindros en línea. Sin embargo, era un importante salto sobre las especificaciones de origen de este motor, que se conformaba con unos humildes 132 CV. La potencia se enviaba al tren trasero a través de un cambio manual de cuatro velocidades.

Ford y McLaren proyectaron la producción de 250 unidades del Mustang M81. Sin embargo, solo se construyeron diez ejemplares debido a los altos costes derivados de ensamblaje manual de McLaren que hacía inviable su venta al cliente acostumbrado a comprar el pony car por su precio competitivo. La mayoría de unidades (7) se pintaron en color naranja, aunque unos pocos acabaron en color rojo o azul.

Fotos: Mecum Auctions

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