Mazda es uno de esos fabricantes que suelen ir por un camino distinto al del resto y que hacen cosas diferentes. Lo demostró con los motores rotativos y también cuando se apartó de la tendencia al downsizing. Ahora, en su obsesión por seguir fabricando coches de gasolina y reducir las emisiones, Mazda ha anunciado una tecnología para salvar los motores de combustión mediante la captura de carbono.

El fabricante japonés, que no se olvida de su motor Wankel, está estudiando la posibilidad de capturar el CO2 directamente del motor mientras se conduce. Según afirma, el carbono capturado podría utilizarse para cosas como el cultivo de plantas o la fabricación de “materiales de carbono de alto rendimiento”. La compañía de Hiroshima empezará a probar esta tecnología el próximo mes en la parte trasera de uno de sus coches carreras de resistencia.

La tecnología de captura de carbono de Mazda para salvar los motores de combustión

No es ningún secreto que Mazda va rezagada en el desarrollo de coche eléctricos, pero eso no es necesariamente un problema. No sólo porque la adopción de los vehículos eléctricos se ha ralentizado, sino por el gran esfuerzo que está dedicando a lo que denomina un “enfoque de soluciones múltiples”.

La tecnología de captura de carbono lleva años en el horizonte. Según indica el medio Car Buzz, el CO2 atmosférico se recupera y se almacena en forma de aire o de carbono puro. Uno de los grandes problemas es que, aunque hay más CO2 en el aire del que nos gustaría, la concentración no es lo suficientemente alta como para facilitar su captura.

Mazda apuesta por el motor rotativo como generador eléctrico

Mazda lo obtiene directamente del tubo de escape, donde los gases de escape contienen un 14% de dióxido de carbono. Eso es 350 veces más que en el aire y la concentración hace que sea más fácil y menos intensivo en energía capturarlo. Mazda no explica exactamente cómo funciona su tecnología, pero sí dice que tiene que poner un “adsorbente sólido específico” en el flujo de escape. No hay que confundir este término con ‘absorbente’, que es cuando el propio material absorbe un líquido. En cambio, ‘adsorbente’ es cuando las moléculas o los átomos se acumulan en una superficie.

La tecnología se probará en la competición

Poner un sólido en el escape puede generar problemas: si obstruye el flujo de escape, el motor funcionará mal. Cualquiera que haya tenido convertidores catalíticos obstruidos o haya caído en el truco del plátano en el tubo de escape sabe que no es nada divertido. Mazda cree haber resuelto el problema, pero necesita demostrarlo y la mejor manera es en la competición.

Por eso, Mazda está probando su sistema de captura de CO2 en su coche de carreras de resistencia Super Taikyu, donde, según describe, “las temperaturas de escape son muy elevadas”. La tecnología tendrá que demostrar que puede soportar las necesidades de potencia y la durabilidad que requiere la carrera. Al mismo tiempo, Mazda tendrá que demostrar que su coche de combustible neutro en carbono puede absorber realmente CO2. El objetivo es demostrar que las emisiones de escape son negativas en carbono.

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