La Dirección General de Tráfico (DGT) lleva mucho tiempo apostando por los radares como método para velar por la seguridad de los conductores e identificar y multar a aquellos que cometen excesos de velocidad. Sin embargo, la ubicación de los fijos es conocida y son fáciles de evitar, por lo que son los radares móviles, a menudo montados sobre coches camuflados, los que realizan las mayores “cazadas” a los infractores.
Dado que se están moviendo y que al menos de manera oficial no se sabe dónde están (aunque en aplicaciones como Google Maps o Waze los usuarios suelen avisar), ¿cómo saber en qué lugares suelen estar?
Desde el organismo se apunta que el uso de radares es por la seguridad de los usuarios de las vías, pero la realidad es que los móviles, además de en zonas en las que tienda a haber accidentes, se suelen colocar en lugares en los que puedan “pillar” al mayor número de conductores irresponsables.
Es por eso que lo habitual es que los coches que estén parados lo estén en un lugar en el que tengan visión de la carretera, pero en el que los conductores no les puedan ver. Así, es común que estén estacionados tras los pilares de los puentes, ocultos por las biondas y tras setos o matorrales.
Además, hay todavía más posibilidades de que estén en lugares en los que sea más sencillo que haya excesos de velocidad, como por ejemplo partes de la carretera que sean bajadas, tras una zona en la que haya habido un radar de tramo (porque los conductores aprietan después más el acelerador), etc.
Sin embargo, los coches camuflados de la DGT no siempre están parados, hay ocasiones en las que están circulando, lo que hace sea un poco complicado identificarlos. ¿Hay alguna manera de hacerlo?
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Lo primero es intentar identificar qué coches se suelen utilizar, algo bastante difícil, puesto que se emplean modelos muy diferentes. Sin embargo, por avisos y avistamientos de usuarios, hay algunos coches que se sabe que son habituales, tales como el Citroën C4 o el Seat Exeo.
Hay quien tiene algunos trucos para intentar identificarlos, pero algunos son más útiles que otros. Uno bastante válido es fijarse en la matrícula, puesto que si el coche pertenece a la Guardia Civil llevará en la placa ‘PGC’ (Parque Guardia Civil), lo que lo identifica claramente.
