Si hay una marca de coches que esconde huevos de Pascua (aquí tienes unos cuantos de otros modelos) en sus vehículos, esa es Jeep. Es una práctica que últimamente también han tomado otros fabricantes, muchos de ellos de Stellantis, y que yo, personalmente, celebro.
Realmente no aportan mucho, la verdad, pero se nota el cuidado y la dedicación que ha tenido el equipo de diseño con su nueva criatura.
El último que los incorpora, precisamente es lo más novedoso de la firma norteamericana: el Jeep Avenger, vehículo que, por cierto, ya hemos probado.
La compañía de Ohio no se ha cortado ni un pelo a la hora de brindarle estos easter eggs a su nuevo BSUV. El más destacado, y el primero que puedes ver de forma más clara es la mariquita que se sitúa en el techo, en las molduras de plástico donde iría la barra portaequipajes de la parte derecha.
En el paragolpes delantero también encontramos otro. La parrilla adopta una especie de plano con coordenadas, que en realidad son las de Turín, ciudad donde ha sido diseñado el Avenger.
La luna frontal, elemento donde suele ir algún que otro huevo de Pascua, normalmente un Jeep Willys, en su caso acoge dos nuevos: en la zona inferior izquierda, un niño con un telescopio que mira lo que hay en el área superior derecha: unas estrellas.
Y hablando de luna, pero ahora de la trasera; Jeep ha puesto uno en el soporte donde va el limpia y que lo puedes ver perfectamente cuando miras por el retrovisor: unas montañas que, me jugaría el dedo índice de la mano derecha, que es con el que clico el botón del ratón, seguramente se traten de los Alpes.
Y no podía faltar el Jeep Willys, pero en el caso del Avenger, no trae la silueta del tatarabuelo, sino la parrilla. La encontrarás en la llanta y medio oculta en la calandra.
Y por último, en los extremos, la palabra Jeep, que solo podrás verlo si abres las puertas del todocamino.
¡Molas un huevo… de Pascua, Jeep!
