En una gran industria como es la del sector de la automoción, los escándalos empresariales están a la orden del día. Como sabrás, el escándalo Volkswagen está sacudiendo la industria actualmente y en materia de emisiones y contaminación, los motores diésel están siendo investigados para tratar de averiguar cuál es el alcance de este presunto engaño.
La semana pasada te presenté los cinco grandes escándalos del mundo del motor, pero esta vez quiero llegar un paso más allá y mostrarte los grandes escándalos que supusieron que altos ejecutivos de las compañías tuvieran que dimitir.
Dany Bahar – Lotus
Dany Bahar fue en su momento el CEO de Lotus, la pequeña compañía británica famosa por sus coches de peso reducido y prestaciones de alto nivel. Según la propia Lotus, Bahar fue despedido debido a su total desprecio por los fondos de la compañía. Esto se debía a su falta de interés por planificar presupuestos, lo que supuso el despilfarro de una enorme cantidad de dinero.
Julie Hamp – Toyota
Una alta ejecutiva de Toyota que fue arrestada en Japón tras ser pillada recogiendo un paquete que contenía píldoras de oxicodona ocultas en collares de juguete. Hamp dimitió de su cargo tras cometer esta imprudencia en un país con unas de leyes más estrictas contra el consumo y el tráfico de drogas.
Lee Iacocca – Ford
Lee Iacocca era el CEO de Ford al frente de la compañía americana en la época del Pinto y sus problemas con los incendios por el depósito de combustible defectuoso. El Ford Pinto ya lo consideramos como uno de los coches más peligrosos para conducirlos, mientras que el escándalo salió la luz cuando se filtró que la compañía, pese a que conocía este problema, vendió los coches, que aunque sabía que su solución era barata (1 dólar) se negó a solventarlo, y que todo fue provocado por la codicia y el afán por recortar gastos.
Se cree que este fallo costó la vida a 900 personas, pero lo que está claro es que Lee Iacocca fue despedido de supuesto en Ford un mes después de que la empresa tuviera que hacer una llamada a revisión de 1,5 millones de unidades del Pinto.
Joel Ewanick – General Motors
El director de marketing General Motors, Joel Ewanick, fue despedido de su puesto en el gran grupo automotriz americano tras firmar un acuerdo de patrocinio de 600 millones de dólares con el Manchester United. Además de esta cantidad, el equipo de fútbol inglés demandó a General Motors otros 100 millones en concepto de ‘tarifa de activación’, algo que probablemente era solicitado para cubrir la deuda del mismo importe que el equipo acaba de incurrir.
Jacques Nasser – Ford y Firestone
Tras más de 30 años trabajando para Ford, la carrera de Nasser llegó a su abrupto final cuando el escándalo de los neumáticos Firestone estalló. Varias unidades del Ford Explorer volcaron debido a los neumáticos Firestone que tenían la banda de rodadura defectuosa. Se sabe que más de 100 personas perdieron la vida por ello, y que la empresa estaba al corriente de problema. En octubre de 2001, Nasser dimitió.
Clyde Campbell y Verónica Johns – FCA Australia
En un período en el que el que el Grupo Fiat Chrysler en Australia estaba registrando unos bajos índices de ventas y beneficios, estos dos altos ejecutivos de la compañía decidieron dilapidar millones de dólares en todo lo que quisieron. Entre estos derroches se encuentra un millón en una fiesta de navidad en un casino, 800.000 dólares para un equipo de carreras con Campbell como piloto, un coche gratis para el peluquero de su esposa, un yate de 400.000 dólares, un alquiler de una vivienda por 150.000 dólares que resultó ser propiedad del ejecutivo, entre otros.
Bob Nardelli – Chrysler
Bob Nardelli llevó cuesta abajo a una moribunda Chrysler durante la recesión económica de 2008. El Gobierno de Estados Unidos ofreció diferentes créditos y préstamos a la compañía, aunque Nardelli los rechazó porque habría supuesto un recorte de su sueldo al final. Sin embargo, el CEO buscó préstamos mucho más difíciles de devolver de empresas privadas, lo que finalmente supuso la declaración en bancarrota por parte de Chrysler en 2009.
José Ignacio López de Arriorta – Volkswagen y General Motors
Tras pasar varios años en General Motors y reacondicionar casi por completo la compañía, gastó el dinero en comprar piezas para coches y pagar los costes de producción. En 1993 dejó GM y fichó por Volkswagen en un puesto similar, otorgando toneladas de información privilegiada del grupo empresarial americano a Volkswagen. Tres años más tarde, López de Arriorta dejó Volkswagen, aunque la compañía alemana se vio obligada a pagar 100 millones de dólares a General Motors y comprar 1.000 millones de dólares en piezas. El ejecutivo se enfrentó a 230.000 dólares en demandas civiles.
Preston Tucker – Tucker Automóviles
A través de la técnica de ensayo y error, Preston Tucker intentó crear la compañía automotriz que llevaría su apellido. Pese a contar con el apoyo general del público, la competencia y funcionarios del gobierno no eran fans de la nueva empresa, por lo que otorgaron multitud de problemas. Mientras luchaba por crear un prototipo funcional, la comunicación pobre y el liderazgo sin experiencia condenaron al proyecto al fracaso desde el principio. Aunque parece no confirmado, éste escándalo fue obra de los mayores fabricantes americanos.
John DeLorean – DMC
Durante 17 años, John DeLorean trabajó para General Motors, pero cuando se encontraba en la cumbre, decidió emprender un nuevo camino y pasó a fabricar un coche de fama mundial, el DeLorean DMC-12. Todo llegó a su fin cuando DeLorean fue arrestado y luego absuelto de múltiples cargos de narcotráfico de cocaína. A pesar de que se retiraron los cargos relacionados con las drogas, se enfrentó a numerosas tasas por honorarios de abogados y créditos para desarrollar el vehículo. Se declaró en quiebra en 1999.
Fuente: Jalopnik