El Ministerio del Interior, por voz del ministro Fernando Grande-Marlaska, ha anunciado que va a introducir cambios en la normativa respecto a la tasa de alcohol permitida, que se rebajará hasta el punto de que prácticamente será imposible conducir sin dar positivo si se ha bebido incluso una mínima cantidad de alcohol.
El ministerio ha afirmado que está trabajando en el cambio, que todavía no es definitivo, pero que rebajaría la tasa actual de 0,5 gramos por litro en sangre a 0,20, así como de 0,25 miligramos por litro de aire aspirado a 0,10.
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¿Qué significa esto a efectos prácticos? Calculado en cervezas, medida oficiosa que se utiliza en estos casos, implicaría que, en términos generales, con tomarse un tercio, cualquier varón daría positivo, mientras que en el caso de las mujeres bastaría con la ingesta de solo medio, es decir, menos incluso que un botellín.
Grande-Marlaska ha comentado al respecto que “la sociedad española está madura” para aceptar este cambio, que tiene como objetivo reducir todavía más la siniestralidad en las carreteras españolas.
La propuesta ha llegado por parte de las asociaciones de víctimas afectadas por la “violencia vial”, pero el ministerio la ha asumido y está trabajando para introducir las modificaciones en el artículo 20 del Reglamento General de Circulación.
La medida ya se había planteado en junio, pero únicamente para conductores noveles y profesionales, el cambio radica en que ahora se aplicaría a todos los conductores.
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Durante el desayuno informativo el propio Grande-Marlaska ha señalado que “el Consejo Nacional de Seguridad Vial nos ha trasladado la necesidad de que modifiquemos y bajemos los niveles de alcohol y realmente estamos trabajando seriamente”.
Además, ha apuntado que es algo necesario porque “en más de la mitad de los siniestros aparece el elemento del alcohol y otras drogas como determinante”. Supone, con un 29% de los fallecidos, la segunda causa de los siniestros mortales, solo por detrás de las distracciones (31%).
