La tecnología en el mundo de la automoción avanza a toda máquina. Cada vez hay más innovaciones que hacen que la vida no solo de los conductores, sino de los pasajeros, sea más fácil y segura en cada desplazamiento. Por eso puedes elegir entre un montón de equipamiento opcional a la hora de configurar un modelo nuevo. Sin embargo, en este artículo te enseñamos extras de coches por los que no merece la pena pagar, y te decimos por qué.
Volante calefactado
A la mayoría de conductores no les gusta que el volante esté frío. Sin embargo, nosotros lo consideramos algo prescindible. Uno de esos extras de coches en los que no debes gastar tu dinero. Superfluo. La mayoría de veces es algo que se puede solucionar con la climatización general.
E incluso frotándote un poco las manos. Es cierto que hay algunas comodidades como esta que te lo ponen fácil, pero un volante calefactado necesita energía del motor o de la batería que puede ser utilizada en cosas más útiles. Igualmente, también se puede convertir en una fuente de averías por sobrecalentamiento o porque los botones del volante pierdan sensibilidad.
Sistemas de infoentretenimiento
Los sistemas multimedia y de infoentretenimiento son muy útiles. Sin embargo, hay que reconocer que con las funciones más básicas ya cumplen las expectativas y necesidades de la gran mayoría de sus usuarios. De esta forma, hay multitud de utilidades que en el día a día casi no se usan.
En muchas ocasiones resultan hasta abrumadores. Un buen ejemplo sería el Hyperscreen de Mercedes. Genial, pero con demasiadas funcionalidades. A eso hay que sumar las distracciones que supone manejarlo durante la conducción... y que muchos utilizan el Google Maps como sistema de navegación.
Indicador de fuerzas G
Los coches normales no se conducen igual que un Fórmula 1 o un vehículo de competición. Entonces, ¿por qué algunos fabricantes se empeñan en equipar medidores de fuerzas G en su instrumentación? Lo hay tanto en modelos compactos como en berlinas que se conducen todos los días con la familia o hacia el trabajo.
Hay veces en las que vienen de serie con una terminación concreta. No obstante, se trata de un extra completamente prescindible y que puede 'picarte' a la hora de trazar curvas. Al igual que ayudar a que los bultos no se muevan demasiado en el maletero. Pero nos parece hilar demasiado fino.
Cafetera
¿Nunca te ha pasado nunca que según vas por la carretera de camino al trabajo te han entrado unas ganas locas de parar a tomar un café pero no has podido por tener que esperar una gran cola y llegar tarde al 'curro'? ¿No? Pues a la mayoría de conductores tampoco les ha ocurrido.
En cualquier caso, contar con una cafetera en el coche no nos parece una idea excelente en términos de concentración al volante. Sí, no es algo común, pero algunos modelos lo ofrecen. Ocupan un valioso espacio en el habitáculo y requieren un mantenimiento regular. Mala idea.
Audio
Mientras se hace un viaje por la carretera a (casi) todos nos gusta escuchar un poco de música y divertirnos junto a las personas con las que compartimos trayecto, ya sean familiares, amigos o incluso desconocidos. Un buen sistema de audio puede ayudar a hacerlo.
Ahora bien, también tiene la posibilidad de hacerte 'daño' en tu cuenta bancaria. Normalmente, los sistemas de audio que vienen de serie a día de hoy suenan realmente bien, lo que hace que no sea necesario gastar dinero en uno instalado por un fabricante de renombre.
Cinturones de seguridad
A ver, entiéndenos. Todo coche necesita cinturón de seguridad. A lo que nos referimos es a aquellos fabricantes que brindan a los pasajeros la opción de instalar un extra que ayuda a encontrarlo. Un pequeño soporte que se encarga de acercarlo más a la mano para que cueste menos esfuerzo hacerse con él.
La instalación de este dispositivo no es prioritaria, y eso, por muy cómodo que sea, hay que reconocerlo. Asimismo, puede servir como una distracción de la tarea principal: conducir. Y como otros extras de esta lista, puede ser una fuente de gasto en caso de que se estropee. Prescindible, sin duda.
Techo panorámico
El último de los extras de coches por los que no merece la pena pagar es el techo panorámico. Bueno, en realidad es un capricho que mola, para qué nos vamos a engañar. Pero igualmente hay que reconocer que no es algo completamente imprescindible, y puede salir caro.
Es posible que durante las primeras semanas de tenerlo sea muy emocionante y te parezca estar conduciendo un descapotable constantemente. Liberador y aventurero. Pero pasado el tiempo (normalmente) no se usa tanto y sus reparaciones son caras. Además, son propensos a perder estanqueidad y a aumentar el ruido en la conducción.
