En 2025 entrará en vigor la normativa Euro 7, una legislación más estricta con las emisiones que, como suele ocurrir con todo, afectará directamente al bolsillo de los ciudadanos. Ya se había anunciado que los vehículos van a encarecerse, pero según un estudio encargado por la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), los cálculos de la Comisión Europea son demasiado optimistas.

Según el organismo europeo, la implantación de la nueva norma iba a suponer un impacto directo de entre 180 y 450 euros para los coches y furgonetas, mientras que en el caso de camiones y autobuses la subida de precio sería de unos 2.800 euros.

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Sin embargo, en el estudio llevado a cabo por Frontier Economics por encargo se ACEA, las proyecciones son muy diferentes: el encarecimiento podría ser entre cuatro y 10 veces mayor de lo que apunta la Comisión Europea.

Se apunta a que el coste medio de un coche de gasolina subirá 1.862 euros, cuantía que será incluso más elevada en el caso de los diésel, pues ascenderá hasta 2.629 euros. Todavía más llamativo es el caso de los autobuses y camiones, puesto que podrían encarecerse hasta 12.000 euros.

Hasta aquí se habla del impacto directo sobre el precio de compra del vehículo en cuestión, pero el estudio también analiza el impacto económico que tendrá a lo largo de la vida del mismo.

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Así, las nuevas medidas harán que el consumo aumente un 3,5%, lo que supondrá unos 700 euros extra en combustible para los coches una vez terminen su vida útil y 17.500 euros en el caso de camiones y autobuses.

Sigrid de Vries, Directora General de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, ha declarado: “La industria automotriz europea se compromete a seguir reduciendo las emisiones en beneficio del clima, el medio ambiente y la salud. Sin embargo, la propuesta Euro 7 simplemente no es la forma correcta de hacerlo, ya que tendría un impacto ambiental extremadamente bajo a un costo extremadamente alto”.

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