El sector del automóvil se ha visto seriamente afectado desde el año 2020. Primero, por la pandemia de COVID-19 y, cuando los efectos de la enfermedad empezaban a disiparse, emergió una fuerte crisis provocada por la escasez de semiconductores que causó nuevos parones en la producción de vehículos, continuos retrasos y esperas de más de un año para la entrega de un coche nuevo al cliente.
S&P Global Mobility indica que en 2021 se dejaron de producir más de 9,5 millones de vehículos ligeros por la escasez de microchips. El tercer trimestre de 2021 concentró el mayor volumen de vehículos no producidos, estimado en unos 3,5 millones de unidades. A lo largo de 2022, la industria se fue recuperando paulatinamente de esta escasez, con unas perdidas de unos 3 millones de vehículos en todo el año.
Un estudio considera la crisis de los semiconductores en la industria automotriz casi terminada
Un estudio considera que la crisis de los semiconductore en la industria automotriz casi ha terminado. S&P Global Mobility indica que durante los seis primeros meses de 2023 sólo se dejaron de producir 524.000 unidades. Esto supone una mejora sustancial en los niveles de producción de automóviles, aunque aún no ha recuperado los volúmenes previos a la crisis de los semiconductores.
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“Ahora estamos en una posición en la que la industria automotriz se ha adaptado a un suministro limitado y, como resultado, es mucho menos probable que se vea afectada por una interrupción significativa”, explica Mark Fulthorpe, director ejecutivo de producción global de vehículos ligeros de S&P Global Mobility. “Con los niveles actuales de suministro de semiconductores, estimamos que se podrían respaldar 22 millones de unidades de producción mundial de vehículos ligeros por trimestre”.
La consultora considera que los semiconductores serán una causa específica de las interrupciones en la producción de automóviles cada vez menos frecuente durante 2023. “La producción en 2023 ha mejorado a medida que los fabricantes de automóviles y los proveedores se han adaptado al entorno actual, y las ventas de 2023 están mejorando con más inventario”, explica S&P Global Mobility.
Se retrasa el objetivo de producción anual
Sin embargo, la consultora estadounidense también expone que, a pesar de que la crisis de los semiconductores casi ha terminado, alcanzar el objetivo de producción anual de 100 millones de vehículos a nivel mundial se ha retrasado una década.
En 2018, el mercado global alcanzó su máximo histórico en 94,1 millones de coches fabricados. Con estos niveles de producción, la S&P Global Mobility estimaba que en 2022 se iba a alcanzar la barrera de los 100 millones de coches producidos en un solo año. Ahora, tras la pandemia y la escasez de microchips, la consultora ha retrasado este pronóstico de 100 millones de vehículos producidos en un año hasta 2030, mientras que los niveles de 2018 no se recuperarán hasta 2028.