Sinister Diesel, con sede en California, es una de las muchas empresas de Estados Unidos dedicadas a la fabricación de motores diésel, pero también vende dispositivos y softwares que modifican o desactivan los sistemas encargados de controlar las emisiones. Esto incumple la Ley de Aire Limpio estadounidense y el castigo por ello es muy severo. La EPA multa con un millón de dólares a esta empresa por manipular las emisiones de motores diésel.
A principios de esta semana, la empresa llegó a un acuerdo de culpabilidad, tras una investigación conjunta de la EPA y el FBI. Sinister Diesel ha sido acusada de conspiración para violar y defraudar a los Estados Unidos, así como de "manipulación del dispositivo de monitorización de un sistema de control de emisiones de un camión diésel".
La EPA multa con un millón de dólares a una empresa por manipular las emisiones de motores diésel
La Agencia de Protección Ambiental (EPA) acusa también a la compañía de vender kits de eliminación de hardware y software, a veces junto con hardware fabricado por otras empresas, y los fiscales alegan que Sinister no sólo suministraba dispositivos y software, sino que también explicaba a los propietarios cómo eludir las pruebas de emisiones quitando y volviendo a instalar dichos sistemas, según The Drive.
Por su parte, la compañía señaló que sus productos estaban destinados exclusivamente a "carreras" y a un uso fuera de la carretera. Sin embargo, los fiscales afirman que la empresa sabía que la mayoría de sus productos se vendían con la intención de ser utilizados en carretera.
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Según los datos de ventas de Sinister, entre octubre de 2015 y julio de 2017 vendió casi 36.000 dispositivos desactivaban el sistema EGR de un vehículo. Hasta el 25% de sus ingresos procedían estas ventas en un momento dado. La empresa aceptó pagar 500.000 dólares por los cargos civiles y penales que se le imputaban como parte del acuerdo alcanzado, por un total de un millón de dólares, equivalente a 913.000 euros.
Una década de acción delictiva
En noviembre, la empresa será sentenciada oficialmente por cada cargo y se enfrentará a "una multa máxima de 500.000 dólares o el doble del beneficio económico bruto derivado del delito", según el Departamento de Justicia.
Los fiscales afirman que Sinister vendió estos dispositivos de desactivación durante casi una década, desde su constitución en 2010 hasta abril de 2020. En 2015, la compañía llegó a un acuerdo por separado con la Junta de Recursos del Aire de California por violar las leyes anti manipulación de ese estado mediante la venta de dispositivos de ajuste, kits de eliminación de recirculación de gases de escape y dispositivos de eliminación de filtros de partículas diésel. Por ello, la empresa acordó el pago de 651.450 dólares como parte del acuerdo alcanzado en 2015.
