En los últimos años hemos asistido al auge de los SUV y crossovers, no sólo en España sino, prácticamente, en todo el mundo y Francia no ha sido una excepción, más concretamente, su capital. Pero estos vehículos son más grandes y pesados, lo que aumenta el consumo y las emisiones. Por ello, Paris subirá la tarifa por aparcar a los SUV para reducir la contaminación.
La medida fue aprobada el mes pasado en el Ayuntamiento de París, a propuesta del partido ecologista Europe Écologie Les Verts (EELV), que estima que en los últimos cuatro años el número de SUV y crossovers ha aumentado en París un 60%. Sin embargo, estos vehículos representan apenas el 15% de todo el parque móvil parisino, que es de 1,15 millones de vehículos.
París subirá la tarifa por aparcar a los SUV para reducir la contaminación
El Ayuntamiento de París, regido por la alcaldesa Ana Hidalgo (de origen español) considera que los SUV no son eficientes y, por ello, quieren imponer unas tarifas más altas por aparcar, como medida para reducir la contaminación. Todavía no ha explicado con detalles el plan, que entrará en vigor el próximo 1 de enero de 2024, pero parece que se fijarán unos precios en función del tamaño, peso y motor del vehículo. Estarían exentos de esta medida los SUV eléctricos y los propietarios con familia numerosa.
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Con esta decisión, parece que París declara la guerra a los SUV. Basta con ver lo que dijo el teniente de alcalde, David Belliard, responsable de movilidad de la capital francesa: “En París no hay caminos de tierra ni carreteras de montaña, así que los SUV son completamente inútiles. Más aún, son peligrosos y su fabricación genera demasiados residuos”.
En contra de la medida
Lógicamente, no todo el mundo está de acuerdo con la medida. Pierre Chasseray, de la asociación de defensa de los conductores 40 millions d’Automobilistes, afirma que el aumento del número de SUV se debe a que las familias numerosas los compran en sustitución de los monovolúmenes”, según The Guardian. Y, en declaraciones al diario Le Parisien, lamentó que “estamos complaciendo a una pequeña minoría de la población muy urbana que ha decidido convertir el SUV en un símbolo de la lucha contra la contaminación”.
Ya sabes aquello de ‘cuando las barbas de tu vecino veas afeitar, pon las tuyas a remojar’. No es descabellado pensar que otras capitales impongan una medida similar a la de París y, cuidado, porque podríamos estar ante el principio del fin de los todocaminos, al menos con motor de combustión.