El fallecimiento del que para muchos ha sido el mejor jugador de fútbol de la historia, Diego Armando Maradona, nos ha pillado por sorpresa. El astro del balompié ha tenido una vida plagada de momentos dulces, también amargos, que nos ha dejado multitud de anécdotas curiosas. Una de las que más nos gusta, dado nuestro interés por el mundo del automóvil, es la historia del Ferrari F40 negro que Maradona quiso devolver.
Para conocerla antes debemos remontarnos a finales de la década de 1980, cuando el jugador pasaba por uno de los mejores momentos de su carrera. Había logrado ser campeón del mundo con la camiseta argentina, convirtiéndose en un ídolo para los aficionados. Maradona ya tenía por aquel entonces un espectacular Ferrari Testarossa de color negro. Un ejemplar que lucía un interior tapizado en cuero blanco y que por aquel entonces, era uno de los automóviles más rápidos y exclusivos que se podían comprar (imagen inferior).
Ferrari presenta el F40 y Maradona lo quiere… pero de color negro
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El 21 de julio de 1987, en el Centro Cívico de Maranello, el fabricante italiano presenta un superdeportivo radical para conmemorar su 40 aniversario. Hablamos del salvaje Ferrari F40 (prueba), un vehículo que incluso 33 años después de su introducción sigue imponiendo respeto por su estratosféricas prestaciones. Hablamos de un coche de carreras para la calle, con mecánica V8 biturbo con 478 CV de potencia, cambio manual, 1.110 kg de peso y absolutamente ningún asistente electrónico, como ABS o control de tracción.
Y como era de esperar, el mejor jugador de fútbol del momento quería uno. Pero no una unidad cualquiera, Maradona quería un Ferrari F40 de color negro. Así que el representante del entonces jugador del Nápoles, Guillermo Coppola, hizo las gestiones oportunas y acabó reunido con varios responsables de Ferrari, entre los que se encontraba el propio Enzo Ferrari. Coppola consiguió meter a Maradona en la lista de compradores sin mucha dificultad, al fin y al cabo, era el deportista del momento.
Con el contrato de venta ya firmado a nombre de Diego Armando Maradona, Coppola le comentó un último detalle a Enzo Ferrari: Maradona quería que su F40 fuese negro y no rojo como el resto de ejemplares. Algo que no debió gustar mucho a il Commendatore, aunque finalmente acabó accediendo. Así que con el objetivo cumplido, Coppola se llevó el Ferrari F40 negro al aeropuerto para dar una sorpresa al jugador argentino cuando aterrizara.
Allí también se encontraba el presidente del Nápoles, Corrado Ferlaino, que se mostró sorprendido al ver un F40 allí aparcado por lo raro y difícil de conseguir que era el coche. Hábilmente, Coppola sugirió a Ferlaino que le regalara el Ferrari a Diego, asegurando que recuperaría el dinero rápidamente aprovechando el tirón de la estrella. Cuando Ferlaino le preguntó cuánto había costado Coppola dobló el precio real, que pasó de 430.000 a 860.000 dólares, añadiendo además 130.000 dólares extra por la pintura negra. Así, el precio total que pagaría el club sería de cerca de un millón de dólares.
Pero lo más curioso de todo sucedió instantes después, cuando Maradona bajó del avión emocionado al descubrir que un Ferrari F40 de color negro le estaba esperando en la pista. El astro del fútbol se aproximó al coche, abrió la puerta y subió a bordo. Diego enseguida notó que al coche le faltaban elementos que sí tenía su Testarossa, como un equipo de música, aire acondicionado o acabados lujosos… Algo que no le debió hacer mucha gracia ya que, según su representante, Maradona quiso rechazar el coche pero el presidente del Nápoles consiguió que entrara en razón y se lo quedara.
