La DGT ha lanzado una licitación para comprar cascos de fibra de carbono para las patrullas en moto de la Guardia Civil que circulan por el conjunto de las carreteras españolas. El organismo que dirige Pere Navarro prevé entregar un total de 760 cascos durante el primer año por un importe de 1,4 millones de euros.
Cada uno de los nuevos cascos para el Instituto Armado tiene un precio de 485 euros. El pedido está dividido en tres lotes, cada uno de ellos dotado con un presupuesto de 450.000 euros, hasta los cerca de 1,4 millones.
Cascos de fibra de carbono para la Guardia Civil
En la licitación, se recogen los requisitos que deben cumplir los nuevos cascos de la Guardia Civil y, además de ser de tipo modular, para poder levantar fácilmente la mentonera y facilitar la comunicación del agente, la DGT exige que sean de fibra de carbono, un material bastante caro, pero altamente resistente. Asimismo, el interior debe ser de alta calidad, con tres pantallas y una configuración invierno-verano. Además, debe tener espacio para un sistema de intercomunicador.
El precio del casco de fibra de carbono es importante, ya que, a la hora de sumar puntos para adjudicar al proveedor, el precio pondera 70 sobre 100 puntos. Los 30 puntos restantes son: 20 (peso) y 10 (vida útil). Es decir, se valora más que sea barato a que dure más años.
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A esto hay que sumar los nuevos chalecos airbag que los agentes recibirán próximamente. En total, serán 3.595 unidades, según ha confirmado Tráfico, por un importe de 2,5 millones de euros, es decir, 695,75 euros cada unidad. Gracias a este nuevo equipamiento, los agentes de la Guardia Civil que patrullan en moto irán más seguro, aunque el objetivo de Pere Navarro no es sólo este, sino también dar ejemplo al resto de moteros.