Una imagen poderosa y atemporal. El diseño del BMW M6 siempre ha permitido identificar al icónico coupé (también comercializado como descapotable e incluso berlina de corte coupé) con los más altos estandartes de la exclusiva gama M de BMW. En estas líneas vamos a revelar todos los detalles del diseño del BMW M6, concretamente de la generación E63/E64, probablemente la más famosa de la historia.
Dividido en tres generaciones, el M6 que se comercializó entre 2005 y 2010 goza de ser el más reconocido entre los fans del modelo. Además de por su rendimiento, con un motor de 507 CV capaz de pasar de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos y con una velocidad máxima de más de 250 km/h; el diseño del BMW M6 juega un papel indispensable en esta fama y reconocimiento a nivel mundial.
El diseño del BMW M6: una imagen exterior poderosa
BMW apostó por una línea de diseño exterior que guardara algunas semejanzas con su hermano pequeño, el M5 E60, pero que, al mismo tiempo, fuera fácilmente reconocible como un modelo independiente. Para ello, los diseñadores trabajaron en un frontal con un grupo óptico más pequeño en general que el del M5. Los intermitentes se ubicaron en la parte superior del faro, con los característicos ‘angel eyes’ (ojos de ángel) como signo distintivo en la firma lumínica.
La parrilla de doble riñón sigue siendo un elemento característico y fundamental en el diseño de cualquier BMW. En el M6, esta parrilla ganó un borde superior cromado mucho más ancho que emulaba la forma de los intermitentes delanteros, otorgándole continuidad al frontal y creando una línea invisible que recorre todo el ancho del vehículo. En la parte inferior, el parachoques fue rediseñado tomando como base el del Serie 6, aunque con entradas de aire más grandes para ayudar a refrigerar la mecánica V10 y un estilo más deportivo.
Desde el lateral, el diseño del BMW M6 nos brinda una carrocería alargada clásica en un gran turismo de sus características. Unos pasos de rueda anchos y pronunciados, dos líneas horizontales de carácter que recorren el largo entre ejes, la sutil caída del techo al estilo de un coupé y un portón trasero que termina en un pequeño spoiler integrado. Las llantas M en diseño de cinco radios y la insignia ‘M6’ en la aleta delantera son detalles de estilo diferenciador.
Visto desde la parte trasera, el M6 E63/E64 era único dentro de la familia M. Sus faros, de diseño casi triangular, las superficies limpias, el parachoques deportivo y las cuatro salidas de escape divididas en dos parejas, son parte de su diseño exterior.
El interior seguía el mismo patrón
En el interior, el diseño del BMW M6 seguía el mismo patrón y guardaba estrechas similitudes con el M5, aunque sin olvidar el carácter premium y lujoso de un deportivo de su talla. Por ejemplo, BMW ofrecía diferentes molduras en madera o fibra de carbono para la consola central y el salpicadero. El cliente podía elegir entre diferentes tipos de cueros disponibles en varios colores para personalizar el habitáculo dentro de sus preferencias.
En común, todos los M6 E63/E64 conservaban el volante de tres radios con levas y con el botón M ubicado en la derecha que desataba la furia en sus más de 500 CV. Una pantalla ubicada en la parte superior de la consola central permite al conductor acceder a variada información sobre el vehículo, la navegación o el sistema de sonido. Los logotipos ‘M’ vestían diferentes partes del interior, como en el volante, el cuadro de instrumentos y el pomo de la caja de cambios SMG de siete velocidades.
En lugar de incómodos asientos báquets deportivos, BMW apostó por un diseño de asientos mucho más confortables y de estilo premium. También se integraron algunas innovaciones técnicas como el Head-Up Display que proyecta información de vital importancia (velocidad, revoluciones y marcha engranda) directamente sobre la superficie del parabrisas delantero, a la vista del conductor.