
Las colaboraciones y sinergias entre fabricantes de automóviles están a la orden del día. La acuciante necesidad de optimizar procesos y también de ahorrar costes, compartiendo gastos, están llevando a matrimonios empresariales de lo más inverosímiles. Sin embargo, como dice un compañero mío, esta práctica tiene ‘más años que un bosque’. Y si no, mira estos coches que no sabías que en realidad eran un Ford.