Ya sabemos que a los pilotos profesionales se les da bien conducir, pero eso no tiene por qué ir ligado a un buen gusto por los automóviles. Sin embargo, la mayoría lo tienen. Y los coches de calle de Nico Rosberg demuestran que en el caso de este ex piloto alemán, así es.
Mira su garaje y asómbrate, pues la mayoría de los mortales solo podemos soñar con algo así. Eso sí, está plagado de Mercedes, marca a la que sigue ligado aun después de su retirada como embajador.