En 2016 Citroën lanzó la tercera generación del C3, que llegaba con cambios importantes como una imagen inspirada por detalles del Cactus, como los reconocibles ‘Airbumps’ laterales. El tiempo no pasa en balde y cuatro años después la marca francesa ha considerado apropiado lanzar una actualización del modelo, un Citroën C3 2020 que profundiza en la ya característica capacidad de personalización del compacto, suma nuevas tecnologías y mejora la comodidad para sus pasajeros.
A nivel de diseño los cambios se centran en el frontal, que recibe modificaciones inspiradas por el concept CXPERIENCE y tecnología LED para los faros. Aunque puedan parecer pocos añadidos, son las nuevas opciones que se ofrecen al cliente las que permiten renovar su imagen: se suman modelos de llanta de 16 y 17 pulgadas, un nuevo color de techo, un pack de color y dos nuevos tonos de carrocería (Rojo Elixir y Azul Spring), lo que eleva hasta 97 las combinaciones posibles, un salto importante respecto a las 36 que se podían conseguir hasta ahora.
La nueva variedad también se debe a la inclusión de otros dos ambientes interiores, el Techwood, con una mayor calidad percibida por los materiales usados; y el Esmeralda, que aporta un estilo más dinámico. Además, el habitáculo también se beneficia de la presencia de un nuevo reposabrazos para el conductor y de los asientos Advanced Confort.
PRUEBA: Citroën C3 2016 BlueHDI 75 CV
En el apartado tecnológico la principal incorporación es la ayuda al estacionamiento delantero, con la que son 12 los asistentes de conducción de los que dispone (arranque manos libres, asistencia de arranque en pendiente, luces automáticas, Active Safety Brake, etc).
Donde el Citroën C3 2020, que estará disponible en concesionarios a partir de junio, no experimenta cambios es en su gama mecánica, formada por el gasolina 1.2 PureTech en variantes de 83 y 110 CV, y por el diésel 1.5 BlueHDI de 100 CV, solo con el más potente pudiendo optar por la transmisión automática EAT6.