La última aventura del canal de YouTube WD Detailing, especializado en el rescate de coches abandonados (sobre todo, clásicos), nos lleva hasta el estado de Virginia Occidental, hasta donde se desplazó RJ desde Cleveland, un viaje de cinco horas. Allí había un Chevrolet Camaro IROC-Z de 1985 abandonado en un granero desde hace 23 años y con apenas 23.000 kilómetros.

Aunque, cuando llegó, se encontró con dos sorpresas. La primera, que el coche estaba sepultado bajo un montón de trastos, tantos que, para sacar el coche, tuvieron que arrástralo con una polea Snatch Block. La segunda, el precio: su dueño, John, pedía 7.000 dólares. Al final, negociaron y RJ se volvió con el Camaro por 5.000 dólares.

Vuelve a la vida un Chevrolet Camaro IROC-Z abandonado en un granero durante 23 años

Según explica su propietario, este Chevrolet Camaro IROC-Z de 1985 fue un proyecto de cuando cursaba la escuela secundaria. Lo reconstruyó con su padre y amigos y, por ello, tiene un gran valor sentimental. Originalmente, era rojo con el interior dorado, pero John odiaba esa combinación y lo pintó en negro, con el interior en gris. También aprovechó para reconfigurar la suspensión con la que rebajó la altura 127 milímetros, dotándolo de un aspecto más agresivo.

Pero el tiempo pasó, llegaron los hijos y el coche ya no era adecuado para la familia. En 2001, lo aparcó y ya nunca más lo volvió a usar. Antes de eso, comenta que el motor V8 de 5.7 litros una vez se incendió, porque el regulador de presión del combustible estaba goteando. En su momento, bombeaba 223 CV y 434 Nm de par, pero no sabe si funciona, ya que no lo ha vuelto a arrancar en estos 23 años.

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Cuando RL vuelve con el coche, el equipo de WD Detailing le dan el primer lavado, como hacen con cada hallazgo, y empiezan a descubrir más sorpresas. Por ejemplo, que el odómetro señala sólo 23.247 kilómetros. Los asientos están muy sucios, pero consiguen dejarlos bien, igual que la consola central de cuero. Pese a todo, apenas hay signos de desgaste en un vehículo que se fabricó hace ya casi 40 años. Aún falta lo más difícil, volver a ponerlo en marcha, pero para eso todavía queda.

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