Hoy estamos acostumbrado a ver SUV de marcas como Lamborghini, Rolls-Royce o Ferrari. Ya no nos sorprendemos. La tendencia del mercado ha hecho que fabricantes que asociábamos a coches deportivos y de lujo comiencen a hacer vehículos de corte más familiar y práctico. Pero en los años 80 Bertone se atrevió a hacer algo que, incluso, hoy nos parecería revolucionario: un monovolumen de Lamborghini con el motor V12 del Countach 5000QV. Ese coche fue el Bertone Genesis.
En aquellos años emergió el segmento de los monovolúmenes, un tipo de coche que gozaba de mucha popularidad en Estados Unidos. Como es conocido, el monovolumen se popularizó en Europa con el Renault Espace y, en los años siguientes, se sumaron otras marcas. Algo similar a lo que ha ocurrido con los SUV, solo que la moda de los monovolúmenes terminó y la de los todocaminos ya veremos si se apaga o no.
Bertone Genesis, el Lamborghini monovolumen de los 80
Aprovechando esta tendencia, Bertone se animó a producir un monovolumen, pero combinándolo con la deportividad de un Lamborghini. Y el modelo más icónico de Sant’Agata Bolognese en aquel momento era el Countach. Aunque había otra razón para hacer este prototipo: Chrysler había lanzado el Voyager en 1983, precisamente, el modelo en el que se inspiró Renault para hacer el Espace. Y en 1987, la marca estadounidense compró Lamborghini.
Un año más tarde y después de 30.000 horas de trabajo, el prototipo Genesis Bertone se presentó en el Salón de Turín. Era un monovolumen espectacular, de 4,48 metros de largo, 2 metros de ancho y 1,52 metros de alto, con una distancia entre ejes de 2,65 metros, y una extraña configuración de asientos (2+1+2), distribuidos en tres filas.
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Desde el punto de vista estético, lo más llamativo era el enorme parabrisas envolvente que recorría todo el ancho del vehículo y las dos puertas delanteras con apertura en forma de alas de gaviota. A esto había que añadir otras dos puertas correderas para acceder a las plazas traseras.
El motor del Lamborghini Countach
Bajo el capó, en el frontal, Bertone instaló el motor V12 atmosférico de 5.2 litros procedente del Lamborghini Countach, en su versión 5000QV (Quattrovalvole), con nada menos que 455 CV y conectado a una transmisión automática de tres relaciones.
Este Bertone Genesis nunca pesó de su fase conceptual, pero, de haberlo hecho, habría sentado un precedente y servido de inspiración para otros coches parecidos que llegaron muchos años más tarde, como el Renault Avantime, por citar un ejemplo.