Cada vez está más cerca el adiós del Audi R8, el superdeportivo con el que la marca de los cuatro aros dio un golpe en la mesa a mediados de los 2000. Inicialmente, apareció con un motor V8 de 4.2 litros atmosférico y tracción quattro, pero después se unió el V10 de 5.2 litros del Lamborghini Gallardo y así ha seguido en las dos generaciones del modelo. Sin embargo, ahora hemos sabido que Audi planeó un r8 con motor de cinco cilindros y tracción trasera.
En una entrevista al veterano periodista británico Steve Sutcliffe, de The Intercooler, el director del proyecto Porsche eFuels, Marcos Marques ha desvelado que Audi tuvo esta idea en la cabeza y empezó a trabajar en ella. Se trataba de montar el motor de cinco cilindros y 2.5 litros del Audi RS3 en el R8, un motor conocido internamente como 07K que podía desarrollar una gran potencia con pocas modificaciones. Según explica Marques, el desarrollo estuvo lo suficientemente avanzado como para alcanzar una cifra de par similar a la del V10, gracias al turbo.
En Ingolstadt trabajaron en un Audi R8 con motor de cinco cilindros
Parece que Audi tenía la intención de combinar el motor de cinco cilindros con una caja de cambios manual y tracción trasera. En aquella época hubo un TT RS manual, pero tenía un motor en posición transversal. Quizá, la anterior transmisión manual de seis velocidades se habría adaptado para el tren de transmisión longitudinal del R8. Otro dato curioso es que el V10 y el motor de cinco cilindros en línea son muy similares entre sí. Se basan en la misma familia de motores, y la mayoría de las diferencias radican en los puertos de la culata.
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El medio The Drive se puso en contacto con Audi para confirmar esta historia, pero un portavoz de la compañía solamente dijo que era “un rumor” y, concretamente, de la primera generación del R8. Al final, el proyecto se canceló y la segunda generación del superdeportivo sólo estuvo disponible con el V10 con el cambio S-Tronic. De haber llegado a producción, un Audi R8 con motor de cinco cilindros habría sido el escalón de acceso a la gama y una oportunidad para muchos que no podían llegar a los 116.800 euros que costaba nuevo el V8.
